Insomnio (Libre)

La negrura de la noche se imponía firme en el cielo, mientras los leves destellos de las estrellas que le adornaba iluminaban las calles, y las luz de la reina de la noche, la luna, en todo su esplendor, se colaba por los enormes ventanales de su oficina, que se encontraban completamente abiertos, agitándose las cortinas de vez en cuando debido a la brisa nocturna, llenando la estancia del aquel divino frio que calaba en los huesos que aunque a la mayoría molestaba, a él le encantaba.


Eran ya las dos de la mañana y a Alistar aun le faltaban cosas por hacer, impuestas por él mismo claro, para tener tiempo libre después, libre?? Si claro, A quien engañaba??!!, en el tiempo sobrante “adelantaba” cualquier otra cosa que le tocara hacer, como decía su abuelo, “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” solo que él era un tanto radical con eso, a veces se preguntaba porque ser el único en exigirse tanto, quizá ya era esa la rutina de su vida. Aún debía revisar las solicitudes de casos, informes sobre juicios, nuevas leyes promulgadas y currículos de aspirantes incompetentes que soñaban con pisar el edifico, bufó, tirando por enésima vez otra carpeta al cesto de la basura, no entendía porque ese muchacho insistía tanto a pesar de haber leído sus datos ocho veces mínimo en lo que iba de año, no se rendía eso era interesante quizá dejaría que sufriera dos intentos mas antes de ponerlo a prueba, si resistía, bienvenido sea. No se quejaba pero desgraciadamente ese día el cansancio le pegaba, sí, el rubio al fin se sentía agotado, normalmente estaba acostumbrado a estar despierto a esa hora, y le gustaba mas trabajar de noche que de día, ya que el buffet estaba completamente solo, sin bulla, sin gente molesta, sin el ruido de los autos en la calle o cualquier cosa que pudiera estresarle; se masajeó la sienes y se levanto del escritorio, dejando en este un fajo de papeles que estaba revisando, caminó con paso lento hasta el balcón de su oficina, y cruzado de brazos se recostó de la puerta, apoyando el costado del marco, suspiro y se revolvió algunos cabellos que caían en su frente, en un intento vano por despertarse o quitarse el fastidio, si bien era cierto que a lo sumo dormía 4 horas diarias ese día se habían ido a la mierda, le quedaban solo 3 y ya la media estaba corriendo, pero él, a pesar de por primera vez sentir el peso de su espalda, la debilidad de su cuerpo y el cansancio de sus extremidades, no podía conciliar el sueño; levantó de nuevo su turquesas orbes al cielo admirando a la luna, su fiel amiga, única compañera de sus desvelos y consoladora de su insomnio...

Sabia perfectamente que ya era bastante noche, no le importaba; caminaba rumbo a su departamento después de ver dejado todo listo en el restaurante; estaba en busca de nuevo personal, los que tenia en ese momento ya no eran suficientes como para poder satisfacer las necesidades de todos los clientes; suspiro al pensar en esa cuestión.

Ese día habia olvidado su motocicleta en casa y para acabarla habia comenzado hacer frío, no le importaba tanto eso, simplemente que no le gustaba la sensación que tenia en los pies, los sentia frios y eso no le agradaba en nada, lo que si agradecia es que consigo traia un paquete de cigarros, tomo un cigarro del paquete y después guardo los demas, mientras buscaba su encendedor, se detuvo para poder buscarlo tranquilamente, rapido lo encontro y después prosiguio caminando hasta llegar en una calle que al parecer estaba algo deshabitada, como no si ya era bastante noche como para andar solos en la calle, prosiguio caminando hasta que en una de esas coloco su mirada en la pared donde se encontro con una "noticia" que le llamo mucho la atención, recordaban el comienzo de la guerra y como es que habia terminado todo con esa guerra, suspiro y miraba los anuncion, convocatorias, noticias, etc que se encontraban ahi pegados... no se habia percatado de donde se encontraba... giro para mirar las oficinas que se encontraban en ese lugar... sonrio al ver un chico muy metido en sus pensamientos y observando la Luna... una Luna hermosa que habia salido esa noche.

Para Alistar el mundo no existía en ese momento, aún así de verdad estaba muerto, se llevó una mano al hombro y lo masajeó un poco para relajarse, necesitaba una buena sesión de masajes o el daño sería irreparable, suspiró, estaba decidido, se tomaría unas cuantos somníferos así llegara un poco mas tarde de lo normal al día siguiente al buffet, estaba ya al punto de que se había quitado el saco, la corbata y tenía los dos primeros botones de la camisa blanca de vestir desabrochados y eso para él solo significaba una cosa, necesitaba una cama o caería como muerto en donde sea, por esto decidió que bastaba de melancolías y justo cuando se iba a girar para cerrar el ventanal del balcón y llamar a su chofer para que le fuera a recoger se fijó en un hombre que transitaba por la calle, parado justo delante de donde se hallaba el edifico de enfrente al buffet, no le veía muy bien puesto que el abogado se hallaba en el ultimo piso y contando con que ese edificio tenia veinte dos pues milagro era el haberle divisado. No puedo evitar que sus aquamarinas orbes se cruzaran con los del hombre y la curiosidad le invadió, que se suponía que hacía alguien "normal" (llamando normal a la gente que duerme sus horas y no como él que se la vive en su oficina) a esas horas de la madrugada vagando A PIE por las calles de la ciudad?; dió unos cuantos pasos hacia atrás volviendo al balcón para observar al extraño con disimulada curiosidad, no sabía ni porque hacía eso, lo que en realidad debía hacer era llamar para que le recogieran y drogarse con unas pastillas para poder dormir mas de las estúpidas cuatro horas diarias o al día siguiente no podría encargarse de todo el papeleo que le tocaba hacer...


Así que siguiendo su conciencia, tomó el móvil y llamó a su empleado quien le respondió que estaría allá de inmediato, así Alistar tomó su maletín y entrando al ascensor, salió del edificio a los pocos minutos, ahora se hallaba separado del extraño por tan solo una calle y pudo detallarle un poco más mientras esperaba la llegada de su auto, sus largos cabellos con tintes verdosos era lo que mas le llamaba la atención sin contar con lo alto y lo imponente de su figura, formaban el atractivo conjunto, carraspeó un poco desviando la mirada, intentando reprenderse a sí mismo; la luna era como el faro de la calle, alumbrando todo el lugar y la brisa nocturna de vez en cuando hacía de las suyas despeinándolo un poco y mientras el abogado hacía un gran esfuerzo por no mirar al desconocido de la otra acera...

Prosiguio observando los papeles que se encontraban pegados, por si encontraba algo bueno; aun que estaba pensando en colocar un nuevo loca, aun que no sabia aun si era una buena idea.

Después de unos minutos vio como un joven hermoso salia del local, sonrio ante tal imagen, parecia que era el mismo chico que se encontraba en el ultimo piso de aquel enome edificio.

"Buenas noches..." sonrio al chico que al parecer no lo habia visto, según Razhiel. Su cabello que traia suelto se mecia con cada brisa que pasaba, pero para los pies del peliverde no era asi.

-Buenas Noches.- se limitó a responder cortésmente, un tanto sorprendido ante el "saludo" del hombre aquel, aunque apelando a las normas de cortesía y las buenas costumbres, era lo mínimo que debía hacerse en esos casos no?!.. Bueno, el punto era que él seguia ahí parado como idiota esperando un auto que ya debía haber llegado y que aun así no se encontraba ahí y el joven abogado con los nervios de a millón, a punto de salir corriendo o llamar al guardia de seguridad del bufete para que le abriera y poder esperar dentro; muchos de sus socios le habían comentado de extraños que se dedicaban a esperar a los trabajadores que abandonaban sus oficinas para robarles y hacerle “n” cantidad de barbaridades –“Vamos Alistar con la cara de nenito que te gastas mínimo sales violado, así que ten cuidado cuando salgas tarde del bufete”-le había dicho su primo una vez, comentario que le molestó de sobremanera en su momento, pero que para el rubio cobraba mucho sentido en ese instante, Alistar, tan ido de la realidad como él solo era técnicamente presa fácil, claro que podía estar equivocado y andarse ahogando en un vaso de agua como niño pequeño, pero y si no?, la sola idea le aterraba, aún así mantuvo la compostura, carraspeando un poco y viendo sus zapatos unos segundos como si fueran la cosa mas interesante del mundo, jurando que si su chofer no estaba ahí en menos de cinco minutos lo despediría....

Seguia mirando los anuncios pero uno de ellos le habia llamado la atención, rentaban un local, podria mirarlo pero ¿con quíen comunicarse?, ahí tenia a un chico que parecia algo nervioso y que habia salido exactamente del lugar donde estaba ese local en renta.

"Ah... disculpa..." dijo mientras cambiaba de banqueta y caminaba rumbo donde se encontraba el chico rubio, aun que no era mucha la distancia.

"Oiga, una pregunta..." se le acerco y lo tomo del hombro.

"Disculpa la molestia..." miro al chico esperando una respuesta de este; Richard se encontraba sumamente tranquilo, muchas veces le habia tocado pasar por esos edificios y no habia encontrado nada sospechoso o le habia pasado nada malo. Observo al chico mas detenidamente y se miraba algo palido a lo cual el peliverde se preocupo, que tal que se encontraba mal y no habia ninguna alma en pena por esos lugares...

"¿Te encuentras bien?" esa no era la pregunta pero se preocupo mas por el estado del chico, en otro momento podia preguntar por el local.

Eh?...-el gesto del extraño le desconcertó, tomándole por completo desprevenido, ocasionándole un pequeño sobresalto.- Si, gracias.-atinó a responder ya más calmado, mirándole bien no parecía peligroso, el rubio estaba exagerando, se había dejado llenar la cabeza de ideas tontas que en un hombre como él estaban bastante fuera de lugar, respiró calmado y se arregló la bufanda que llevaba, hacía frío y alg le decía que pronto se iba a enfermar, y mas valiéndole prevenir que lamentar, llevaba un largo sobretodo negro que le abrigaba bastante mas la bufanda a juego que le hacía sentir calentito, ya cuando llegara a casa un té y algunas pastillas se encargarían del resto...

Volviendo al mundo real, recordó que no estaba solo y ciertamente dudaba mucho que el como se encontraba fuera la real pregunta que quisiera hacerle el contrario.- Si? en que puedo ayudarle?.- por mínima cortesía, cosa que a él le sobraba, debía intentar serle de alguna ayuda...

Sonrío ante la respuesta del chico, estaba mas aliviado pensaba que de un momento a otro lo iba a encontrar tirado en el piso, pero al parecer no era así, solamente era su imaginación.

"sobre este anuncio..." levanto su mano, donde traía el anuncio y le mostró al joven.

"usted, ¿no sabrá algo sobre el local?..." pregunto mirando al chico algo ¿pálido?, no sabia, las luces de la calle que Alistar tenia atrás no dejaban distinguir bien los colores.

"huuuumm es algo confuso, distante y raro..." dijo pensando en voz altar, hablaba sobre la ubicación del lugar, mas bien para él le era así, aun que si era bastante conocido el lugar, como no, ahí se encontraban oficinas que los habitantes de la ciudad utilizaban ... que estupido... pensó; al parecer comenzaba a hablar solo y eso era algo que no muy hacia a menudo.

"Disculpe si lo estoy molestando" dijo dirigiéndose esta vez al rubio, esperando la respuesta del abogado.

Alistar miro el anuncio un poco extrañado, el edificio entero había pertenecido a su familia durante décadas, destinado única y exclusivamente al bufete por designio de su tío y de su padre que años atrás habían decido comprar el edificio, cuando apenas constaba de cuatro de pisos, era imposible que así de buenas a primeras apareciera un anuncio donde se rentaba un local que ni él mismo sabia donde quedaría, ya que el edificio estaba full de oficinas y salas de conferencias, un local del tamaño que se ofrecía en el anuncio no había, a menos claro de que se trata del salón de fiestas que había en planta, usado solamente en ocasiones especiales, como las fiestas de navidad o alguna gran conferencia para la que fuese alquilado, aún así era imposible que fuera ese, empezando porque no estaba en venta ni en sus planes tampoco estaba ponerlo como tal y nadie más tenía que él podía hacerlo, o casi nadie.

-Lo siento de verdad no tengo ni idea.-definitivamente cuando llegara a casa haría una importante llamada, la única persona que pudo hacer aquello era su tío, el otro dueño del bufete, claro que tomando en cuenta que el rubio era el accionista mayoritario y el que llevaba las riendas de este, el no ser informado era muestra de una gran ineptitud.-Se debieron haber equivocado, en este edificio no hay ningún local el venta .-respondió amablemente.-a menos claro que a mi tío se le hayan cruzado los cables y le diera por vender algo sin mi consentimiento.-pensó un tanto molesto ante el posible intento de su tío de pasar por alto su autoridad; todo esto y más pasaba por su cabeza al ser sacado de su ensimismamiento por las palabras del otro hombre.-No, para nada, no es ninguna molestia.-respondió con una leve sonrisa en los labios, volteando a mirar una vez más hacia la calle solo parta cerciorarse de que su chofer no hacia acto de presencia, sin desagradarle esto del todo…

Noto una molestia en el rostro del chico, no sabia que hacer, ¿su pregunta le había molestado? al parecer así era, suspiro ante la respuesta del chico bajando su mirada al suelo.

"oh siento molestarte... pues gracias y que decepción..." suspiro despacio y levanto su mirada al chico.

"una pregunta por simple curiosidad... ¿te molesto mi pregunta?" dijo firme y serio, se preocupaba de que su pregunta hubiera causado molestia en el chico. Espero la respuesta.

-Eh?.-Alistar le miró extrañado por varios segundos, no quería darle aquella impresión al hombre, en realidad no le había molestado la pregunta, solo le tomó por sorpresa y en todo caso le molestaba que su tío pasara por encima de él, pero entendía perfectamente que las personas preguntaran por ese aviso, de todas maneras si se había publicado no le extrañaba que pasara; rió un poco mirándo a el extraño divertido.-Para nada, no es ninguna molestia de verdad.-se le escapó una de esas sonrisas aniñadas de él que poco mostraba.-Disculpe usted mi actitud, no debí reaccionar así.-continuó amable reconociendo su falla, tristemente era costumbre.

-Por cierto, soy Alistar, es un placer.-se presenta extendiéndole la mano al hombre frente a él de manera cortés.

Era bueno encontrar a gente que todavia disfrutaba de su trabajo y vida, y no dejaban que el trabajo absorviera todo su tiempo; sabia perfectamente que era la primera vez que miraba al chico pero Richard no sabia nada de ese joven.

"Oh... disculpe mi descortesia... Richard, a sus servicios..." tomo la mano del chico en forma de saludo.

"¿trabaja aqui?" pregunto curioso, no es que fuera un entrometido pero no queria ir a casa.

"es un edificio muy grande..." penso nuevamente en voz alta, al parecer ese dia andaba muy de animos y pensando demasiado, segun él?.