Ahora somos tres

Finalmente Kudo se había quedado dormido.
Le dejo acostado y empiezo a caminar hacia la puerta, al llegar a ella estaba Obed de pie en el umbral. Lo mas lógico era que estuviera preocupado por Kudo. Le sonrío y abrazo de los hombros para regresar a la habitación.

Todo esta bien no te preocupes, lo importante es que ya este dormido. Regresemos a la cama, nosotros también necesitamos dormir un poco no lo crees?

Le digo aun que mis pensamientos estaban en otra parte.

Veo como Obed de acomoda en la cama. Yo solo me limito a verlo, en mi cabeza solo estaba fantaseando algo que no era real. algo que desee hace mucho. pero en ese momento parecía tan real. Una familia... la familia que no pude tener años atrás ahora la estaba experimentando en esos momentos. Pero la voz de Obed me devuelve a la realidad, era cierto, no era mas que solo una fantasía la que había creado mi mente. Camino hasta la cama y me siento a la orilla de esta poniendo mis codos sobre mis piernas y mi cabeza recostada sobre mis manos.
Como explicar todo, como estar metido en dos problemas, Jahi y Kudo y mis sentimientos todos hechos un enredo, estaba seguro que quería a Obed, pero... aun estaba presente el amor de esa otra persona. Debía relajarme y pensar mas con claridad, ahora tenía un cambio positivo en mi vida, y no lo dejaría escapar tan solo por recuerdos del pasado.

Ah! no no pasa nada Obed, será mejor que ya durmamos, será un día bastante agitado el de mañana.

Le digo, pero la verdad tenía unas ganas de abrazarle y decirle que nunca me dejara caer. Al final no lo aguante y lo abrazo quedándonos tumbados sobre la cama, yo en cima de el, alcanzo a distinguir el aroma de las flores en las que el y Kudo se habían quedado cuando nos hicieron la corona. Su cuerpo tenía ese aroma agradable de las flores. Me separo de el y doy un beso tierno en sus labios, sin alguna otra intención mas de quedarme cerca de el.

Obed... jamas me dejes caer. quédate conmigo siempre... Aun que me veas así háblame, no me dejes caer en el abismo del pasado.

Obed se escondía en mi pecho de nueva cuenta después de haberme besado. Era una agradable sensación. Estaba feliz ante la respuesta de el, ahora estaba seguro que le quería. Pero siempre estaría esa sensación de que en algún momento me perdería en el pasado.

A mi también me gustan tus besos, podría pasarme toda la noche besándolos y sintiéndolos cerca de los míos.

Le abrazo con mas fuerza para tenerlo cerca. Poco a poco el sueño y el cansancio mental hacían su aparición. poco a poco mis ojos se empezaban a cerrar, trataba de mantenerlos abiertos, sentía que si los cerraba y al abrirlos de nuevo no encontraría a Obed a mi lado, trataba de resistirme y lamentablemente no lo logro. Solo un susurro que solo Obed podría escuchar.

Te quiero.

A mitad de la noche me doy cuenta que no nos habíamos abrigado, jalo las sabanas y el cubre cama para taparnos, pero antes de hacerlo observo bien el delicado cuerpo de Obed, me gustaba, de verdad que si. Finalmente nos arropamos y dormimos así, cerca uno del otro hasta el amanecer.
La luz que entraba por la ventana era suficiente como para despertarme, abro poco los ojos y Obed aun se encontraba dormido, le acomodo y me levanto solo para dar una mirada a la habitación de Kudo, y ahí estaba el abrazado al oso, regreso ala habitación para encontrar a Obed muy acurrucado en la cama, sonrío y regreso a la cama, ya que la mañana estaba fría y yo sin nada de ropa. Y vuelvo a abrazar a Obed.

El neko había despertado mucho antes de que amaneciera, sólo había podido dormir unas horas y sólo para soñar con Jahi y su "Paseo" por el parque. Sintió cuando Frederich abrió la puerta de su cuarto para verle, pero Kudo no hizo el menor movimiento.

Se sentía sólo y perdido, su único consuelo que tenía era Kuma-chan. Le parecía raro que un simple animal de felpa pudiera darle consuelo y hacer que no se sintiera solo. Apretó más al osito contra si como si fuera su única esperanza.

Abrió los ojos sontiendo un fuerte dolor de cabeza a causa del stress, el llanto y las pocas horas de sueño. Pero no se movió ni profirió sonido alguno.

Obed se mueve entre mis brazos y se acurruca de nueva cuenta en mi pecho, al parecer un susurro escucho los buenos días de Obed.

Buenos días!! Espero que hayas dormido muy bien y que no hayas pasado frío.

Acaricio su cabeza hasta su espalda. Era bueno despertar con alguien a lado, se sentía muy bien. Ya hasta casi olvidaba lo que había sucedido en día anterior, con respecto a Kudo y Jahi y mis pensamientos del pasado. Era relajante, Obed empezaba a hacer ese apoyo que necesitaba y que jamas podría dejar.

Yo también dormí muy bien, gracias. Hacia mucho que no dormía tan bien, hasta me siento diferente, eso es gracias a tu compañía.

Me acomodo, quedando encima de Obed, para verle a los ojos.

Quiero que dejes tu habitación, quiero que pases todas las noches conmigo, todas.
Quiero despertar y que tu estés junto a mi, aquí en la cama, la cama que quiero compartir contigo a partir de ahora. Se que habrá noches en las que yo no me encuentre y te sentirás solo, pero quiero que seas parte de mi vida. Obed, quiero quiero estar contigo siempre. Dame la oportunidad de hacerte feliz y de yo ser feliz. Eso es lo único que pido, que estés ami lado siempre.

Finalizo dando un beso tierno en aquellos labios que me empezaban a gustarme mas y mas.

¨Sus deseos son ordenes para mi... espero poder complacerle siempre...¨esa frase, me quito por un momento la inspiración, ya que lo que menos quería es que obed no fuera mi esclavo y menos que me tratase como su amo, yo le quería de otra manera distinta a esa relación de esclavo - dueño.

Creo que debería ir a ver como esta Kudo. Probablemente no durmió mucho.
Quieres ir a verlo?

Le pregunto y doy un beso ligero antes de levantarme.

Mmm es verdad, lo siento. Pero deberás acostumbrarte.

Le guiño un ojo y me levanto.

Me adelantare para ir a verlo o prefieres que vayamos juntos? Solo espera un momento, deja buscar una bata, o prefieres salir con la camisa toda doblada?

Viendo como Obed se levanta y la camisa la tiene por arriba de la cintura mostrando esas piernas delgadas y blancas. Sabía que tarde o temprano sería de alguna forma mio en cuerpo ya que su alma me la había entregado esa noche. Solo esperaría un poco mas para poder amarlo con plenitud.

Bien entonces vamos, Solo espero que por lo menos Kudo haya dormido un par de horas.
Estoy mas que seguro que estuvo pensando toda la noche en Jahi.

me encamino hasta la puerta esperando a que obed caminara junto a mi y así salir de la habitación y llegar a la de Kudo, quien estaba acostado, no sabía si despierto o dormido. Por lo que me acerca la cama, se veía muy lindo abrazado del oso. Al parecer le había gustado mucho, a lo que me alegro, ya que pensé que jamas encontraría algún dueño para ese peluche.

Sintió pasos en la habitación y abrazó un poco más al oso, no tenía ganas de hablar o ver a persona alguna que no fuera su amo. Se sentía desgraciado y, además, su dolor de cabeza había aumentado.

Por el sonido de los largos pasos, un sonido seguro y firme. Supuso que era el Señor Frederich quien se acercaba a su cama. Pero de todas formas no hizo ademán de moverse. Sólo miraba hacia la ventana con expresión vacía.

"Debió dejarme morir en ese accidente...para que me salvó si no me quiere con él..."pensaba desconsolado el neko.

Me suelto del agarre de Obed y lo veo...

Iré a cerciorarme espérame aquí.

Llego a sentarme a un costado de la cama, y acaricio los cabellos de kudo.

Se que en este momento no te apetece hablar con nadie, mucho menos conmigo.

Veo su rostro y sus ojos denotaban cansancio por la falta de sueño.

Kudo debes dormir, no quiero que termines enfermo, no se que explicación podría darle a Jahi si te encuentra en malas condiciones.
Si quieres puede quedarse obed contigo. Yo iré a preparar algo para los tres.

Me levanto de la cama y camino hasta la puerta de nueva cuenta donde se encontraba Obed, le doy un beso en los labios y le susurro que se quede con Kudo.