Conociendo la ciudad [Libre]

-No soy tan ingenuo como para confiar en cualquiera que se haga el simpático conmigo.- Le dijo volviéndo a suspirar para calmar a su corazón que le había quedado atorado en la garganta.- Un Padre?...- Le miró curioso.- Si tu lo dices.

Se encogió de hombros ligeramente. Los únicos padres que había tenido eran los científicos encargados del experimento y digamos que el "Padre" no era muy amable con el neko, así que no sabía nada con respecto al trato "Padre e Hijo" y cosas así.

-Pero tendré cuidado, né?.- Le dijo como queriéndo tranquilizar a su amigo.

-Uhhhh....si camino hacia allá llego a la playa?.- Señaló la calle que Obed le había dicho antes.- Genial....quiero conocer la playa y ver el mar....ha de ser muy lindo...- Le decía con aire soñador.-...Podría ir con Jahi, tal vez con el paseo se le suba un poco el ánimo!.- Exclamó sonriéndo alegremente.


Miraba las calles con gran atención fijándose en las tiendas y en los nombres de las calles.


Mientras Kudo y Obed caminaban por la avenida una silueta los miraba desde la esquina ocultándo su rostro tras un libro de genética.

-Agua salada...sería curioso tocar el mar....siempre y cuando no esté muy helado...odio el agua helada!- Dijo haciendo un gracioso gesto con su cabeza en señal de que definitivamente no le agradaba el agua helada.

Siguió caminando siempre junto a Obed atento a lo que le decía y a lo que le mostraba.

-Né...en que trabajas?.- Le preguntó con su curiosidad habitual.

-Genética?...estudias genética?.- Le miró con grandes ojos sorprendido y sus orejas bajaron de forma inmediata.

Para el neko era simple. Genetica era igual a laboratorio y laboratorio era igual a científicos, y estos últimos a Hanori. No le agradaba que su amigo estuviera interesado en trabajar con Hanori, pero no dijo nada alr especto.

-Y las prácticas son también de Genética?...- Le preguntó comenzando a mover la cola de forma nerviosa.

Dio un suspiro de alivio al escuchar que no estudiaba genética, volvio a sonreír con más ánimo y sus orejas volvieron a alzarse.

-Estudiar yo?... no creo que se pueda...- Dijo riendo como si le hubieran asegurado algo imposible.- Yo no puedo estudiar, ninguna escuela aceptan esclavos aunque haya alguien dispuesto a pagar.- Se encogió de hombros ante esta cruda realidad. La educación estaba velada para los esclavos.- En todo caso yo no quiero estudiar...ahora quiero trabajar para ayudar, la idea es llevar dinero a casa, no llevármelo...- terminó de hablar con una ligera risa.

Kudo recordaba claramente sus años en la escuela elementar y primaria cuando aun era estaba en curso el experimento. Recordaba lo divertido que había sido, pero debía aceptar su realidad y esta era que un esclavo no tenía derecho a educarse. Además para estudiar se necesitaba dinero y no podía pedirle a Jahi que hiciera ese gasto por él.

-Pero tu naciste libre...bueno, de todas formas no sé como va eso...puede que no sea bueno llendo a clases...no sé.- Se encogió de hombros.- Además no me sentiría bien sabiendo que estas gastando dinero.- Le dijo sonriéndole agradecido.


Aunque la idea de las clases le había despertado el interes.

-Bueno...no niego que las clases de cocina suenan interesante.- Reconoció con una suave risa.- Pero no me sentiría bien si tu gastas tu dinero en eso...

-Bueno si quieres ayudarme...- Le dijo mientras su sonrisa se ampliaba ante al idea de estudiar cocina.- Y podré estudiar cocina? Iré a clase?...que genial!.- Exclamó riendo.

Se sentía raro al sentir que se preocuparan así de él y que no fuera Jahi, aunque era primera vez que alguien le ofrecía estudiar.

-Ohhh..así que para allá están las oficinas...- Dijo mirándo con gran interés los detalles de las calles.- Eh? Una malteada?.- Pestañeó mirándole curioso.- Venden malteada donde trabajas?

-Ahhh....- Exclamó ente la explicación de Obed y sonrió.- Yo tampoco se francés...pero el nombre me suena a Revivir o Renacer.....o algo así.- Sonrió al entrar a la cafetería, era muy linda como había dicho Obed.- Ohh, es preciosa y lo más seguro es que preparen una comida deliciosa.

Entró casi con timidez ya que era la primera vez que entraba a una cafetería y todo le llamaba la atención, Se quedó quieto un momento con los ojos cerrados inhalando profundamente sintiéndo como los aromas penetraban en su cerebro. Café recién molido, tostadas en la estufa, leche caliente, pasteles frescos. Kudo abrió los ojos mirándo a Obed con una suave sonrisa.

- Este lugar es genial....huele muy rico...hay muchas aromas mezclados, pero todos perfectamente convinables...- Le dijo en un suspiro.

-Quiero una malteada de fresa, por favor.- Dijo con una gran sonrisa.- No quiero nada más, si como me va a dar sueño y aun quiero seguir recorriendo la ciudad, además me encontraré con Jahi en el centro comercial para ir de compras.- Le decía sonrojándose ligeramente.

Esperó a que las malteadas estuvieron listas y miró a Obed.

-Né...y en que piso trabajas?.- Dijo mirándo hacia la ventana donde se podía ver el edificios de oficinas.

-Sé que el centro comercial el grande...me perdí ya me perdí una vez, cuando Jahi recien me había comprado...pero tengo tiempo, llegaré y lo conoceré antes de que Jahi llegue para no preocuparle.- Le dijo de forma segura, totalmente convencido de tener obsoluto control.

Se dejó conducir hasta los asientos y se acomodó en uno de ellos frente a Obed mirándo como uno de los encargados preparaba las malteadas.

-Genial...tendrás una oficina como todo un ejecutivo importante.- Le dijo con admiración viéndole con ojitos brillates.

-Que gracioso...pero si soy un esclavo, sería divertido si me confundieran con una persona libre.- Dijo con naturalidad y riendo de forma divertida.- Pero me siento halagado en saber de que habra una foto de nosotros en tu oficina, né y como salió la foto que le tomamos al nido? Antes de caernos...- Le preguntó soltándo una risita al recordar el incidente.

Volvía a sentirse raro, como si viviera un sueño. Hasta cierto punto le daba miedo de que todo fuera a desaparecer de repente. Aunque era un esclavo por donde lo miraran Kudo se sentía cada vez más libre cada vez que miraba a su alrededor y ver que tenía amigos que le cuidaban y un novio que le amaba.

Mientras pensaba se quedó quieto un momento mirando un punto fijo y con los ojos algo enrojecidos como si fuera a llorar.

-Altanería?.- Repitió mirándole con una media sonrisa- Creo que ya soy lo bastante altanero...pero de todas formas me siento raro...es como si volviera al inicio del experimento, pero esta vez es real...o sea, tu eres real, Jahi también lo es...pero, no sé...es algo complicado de explic...- Se detuvo antes de volver a mirar a Obed quien le picaba la frente con el dedo.- Ñya...no soy sentimental.

Dijo de forma categórica cruzándose de brazos con expresión amurrada, lo cual le hacía verse más tierno aun.