Conociendo la ciudad [Libre]

-Claro que lo creo....puede que no sea fácil, pero tampoco es una utopía inalcanzable.- Le miró con una decición inocente y llena de esperanzas.- Yo lucho por llegar a esa útopía y llevar a Jahi conmigo....y bueno, poco a poco me doy cuenta de que me voy acercando cada vez más.

Tomó su vaso de malteada mirándola con una sonrisa.

-Que delicia!.- Exclamó después de beber un sorbo de la malteada.- Que rico está...ñyaa!

- Patissier?.- Le miró con la cabeza un poco ladeada y con curiosidad.- Oh, pero si tienes que esperar tan tarde mejor no, podría pasarte algo camino a casa.- Le dijo de inmediato sacando a relucir su lado aprensivo.

Miró por sobre el hombro, hacia la puerta dando un pequeño respingo. Le había parecido ver al sujeto de la plaza, pero al verse descubierto se había ido dejando al neko con la duda si había sido real o no.

-Obed...no viste a un sujeto parado en esa esquina allá afuera?.- Le dijo indicándole el lugar.

-Creo que era el mismo sujeto que me saludó en la plaza antes de que salieramos....pero puede que haya quedado con la idea.- también se encogió de hombros restándole importancia al asunto.

SE dedicó a comerse el helado de su malteada haciendo que su cola se erizara al igual que sus aterciopeladas orejas.

-Brrr...que frio.- Dijo riendo sacudiendo ambas orejas.- Pero delicioso, né?

Al oir la risa de Obed el neko rió también sacudiéndo las orejas haciendo que el pelo volviera a su lugar.

-Las cosas heladas hacen que me erize...por eso no me gusta el agua helada.- Tomó un gran trago de malteada.- Uf.....que rico, me encantó la malteada, trataré de hacerla en casa.- Dijo sonriéndole a Obed viendo como pasaba la vista por el reloj.- Né...aun tienes tiempo, verdad? No me agradaría que tu jefe te regañara por llegar tarde.

Le miró con curiosidad e inquietud por su trabajo.

-Né...Obed....- Le dijo mirándole algo serio.- Crees que me cueste encontrar empleo?...como soy esclavo y nunca he trabajado...no sé como son las cosas con nosotros.- Decía mientras revolvía la malteada de forma desganada.

Ya había preguntado en varias partes y en casi todas le habían dicho lo mismo. "No aceptamos esclavos" y algunos habían sido hasta bruscos con el pobre nekito. Lo cual le causó una gran duda, si no aceptaban esclavos, cómo iba a trabajar?

-No me estoy rindiendo...es que de repente la gente es grocera...- Dijo en un suspiro, pero luego miró a obed con una sonrisa.- Ahora?...si, volveré al centro y lo recorreré viendo todos los caminos que pueda hasta la plaza y de ahí tengo que encontrarme con Jahi...y...- Sonrió de forma un poco pícara sonrijándose levemente.- Le convenceré para que tengamos una cita, nunca te tenido una, pero de seguro de que a Jahi se le ocurre algo divertido que hacer.

Terminó su malteada son una sonrisa y aun con un leve sonrojo.