Alguien nuevo en la casa (privado-Lemon)

[Viene de aquí]

Sonrió al notar que Allen y Thor se habían llevado bien, eso era importante para Abel porque iban a vivir juntos en adelante, era bueno que el bichito no fuera celoso con su dueño; Thor se puso sobre las piernas del menor y se acomodó ahí.

Le pareció que lo mejor sería ir a su departamento y comprar algo para comer allá, no quería que Allen estuviera incómodo, aunque no sabía si al menor le importaría eso o no, pero prefirió no arriesgarse y empezó a manejar en dirección al hotel.

-¿Es bastante lindo verdad?- se refería a Thor, todo el mundo decía que el bichito era lindo así que Abel también lo hacía, sonrió al ver a su mascota, que prácticamente era un mejor amigo, ellos dos tenían algo especial que los unía, jamás iban a separarse, al menos no voluntariamente. Antes de que Allen pudiera responderle, von Bremen continuó hablando.- pronto llegaremos a mi departamento, ahí pediré algo para comer.- cocinar a esas alturas iba a estar difícil, además estaba algo cansado.

Miró al menor a los ojos al momento de preguntarle, quería saber más cosas de él, pero no sabía si el otro querría responderle, de todas maneras de algo tenían que conversar hasta que llegaran a casa; en ese momento recordó que no le había advertido a Allen sobre Alec, había que tener un trato especial con él a veces, tendría que advertirle al llegar al departamento.

-Cuéntame algo de ti…no siempre fuiste esclavo ¿verdad?

Mantuvo su mirada distraída en el pequeño animal, casa que iba jugueteando y acariciándole con suavidad, la verdad que le había gustado aquel ser, parecía ser un ser bastante amigable y servicial.
Pero al escuchar al otro mantuvo la mirada en el ser, a la vez que asentía con el rostro pero… De nuevo antes de decir nada el mayor volvió hablar, ¿ir a su departamento? Bueno, así podría conocer donde… Dormiría…. Le miró por unos breves segundos para después mirar al pequeño ser de nuevo.

Era entretenido jugar con él y a la vez divertido por cómo reaccionaba aquel animalito, algo adorable….

Pero…. Frenó de jugar con él ante la pregunta de este, entrecerró sus luceros y mantuvo la mirada perdida, sí tenía razón el mayor, no hacía nada que se había convertido en un esclavo, por esa razón no sabía cómo llegar a comportarse…. Pero…. Cerró sus luceros con suavidad para después abrirlos y mantenerlos entrecerrados. –Pues…. Sí, no hace mucho que lo soy.- Confesó dejando escapar un ligero suspiro.
Empezó a caricia el lomo del animal con el dedo pulgar, mientras que su mirada estaba fija en este, hasta que decidió deslizarla hacía la ventanilla del coche, en donde observó el paisaje pasar a cierta velocidad.
Claro…. Mientras que él estaba allí…. ¿Qué estaría haciendo su “padre"?
Mantuvo una expresión de tristeza, sin llegar a pronunciar nada más, más bien tampoco solía hablar mucho desde que pasó aquello…. Era… Frustrante….

Le preocupaba un poco que Allen no hablara demasiado, pero por otro lado podía entenderlo, seguramente estaba deprimido porque se había convertido en un esclavo, tal vez había sido en contra de su voluntad; había visto casos en los que los mismos chicos se ofrecían para pagar deudas, pero había visto otros en los que los padres vendían a los chicos para no pagar ellos mismos las deudas.

El menor se veía triste, pero al menos Thor le ayudaba a distraerse, eso pensaba Abel, que bueno que el bichito estaba ahí con ellos.

-Ya veo.- miró del reojo al menor, dudando en si preguntar más o no, pero el hotel de verdad quedaba cerca así que llegaron.- este será tu nuevo hogar.- desde afuera se podía ver que era un hotel muy lujoso y extremadamente grande.

-Mi suite está en el último piso, espero no le temas a las alturas.- entró al estacionamiento donde tenía un lugar apartado para él, no le gustaba que otro estacionara su auto así que lo hizo él mismo como siempre. Bajó del auto y después ayudó a Allen a bajar también.

-Sígueme.- le tomó la mano para llevarlo con más facilidad, no pensó mucho en si eso le incomodaría al menor, pero ya estaba hecho y era mejor eso a perderlo de vista; lo condujo primero por la recepción y después llegaron a un ascensor especial que sólo era para von Bremen, subieron por ahí y cuando por fin las puertas se abrieron el menor pudo apreciar el lugar.

Era un lugar bastante sereno y con una bonita decoración, habían algunas plantas para mejorar el ambiente y también algunas obras de arte para embellecer la suite; el lugar era grande y en medio de la sala habían tres sofás grandes desde los cuales se podía ver una televisión también bastante grande.

-Ponte cómodo mientras yo llamo para que traigan algo.- cogió el teléfono y empezó a marcar un número mientras esperaba que Alec no hubiera dejado algún canal para adultos puesto.

Mantuvo su mirada en el pequeño animal, distrayéndose un poco con este, pero no dejaba de ser que llegaba a sentirse… Mal
Claro, no hacía mucho que había sido un esclavo, algo nuevo y horrible para él… Pero… De su parte no iba a durar mucho tiempo aquello…
Eso significaba que…. ¿Estaba planeando en como poder huir de allí?

Quizá más adelante….

Pero al escuchar de nuevo al mayor, deslizó su mirada hacía él en donde le contempló tan solo por unos segundos para después deslizarla hacía delante, en donde pudo contemplar el gran hotel que se encontraba delante de sus ojos.

Algo impresionante, bueno, había visto hoteles así pero nunca hubiera imaginado que llegaría a… “vivir” en un sitio igual.
Parpadeó aun sin llegar a creérselo, y de nuevo salió de sus pensamientos en cuando escuchó al ajeno, observándole de nuevo, en el último piso….

Volvió a mirar el hotel, seguramente tendría más de seis pisos por lo menos… O al menos a simple vista lo parecía…
Después soltó al pequeño animal para poder quitarse el cinturón de seguridad, en donde después bajó del coche con la supuesta ayuda del mayor.

No le dio tiempo ni a reaccionar hasta que notó la mano de este sobre la suya, notando como llegaba a jalarle de esta, se le quedó mirando sorprendido, observando el entrelazar de ambas manos, parpadeó para después mantener el “ritmo” de este.

En cuando entraron en el ascensor se fijó en cuantas plantas habían, efectivamente estaba en lo cierto….
Al rato las puertas se abrieron y volvió a caminar al lado de este, observando lo que había a su alrededor con curiosidad…

En cuando escuchó la petición de este solo asintió y visualizó la casa, caminando un poco hacía delante, era todo curioso…
De sus labios se dibujó una simple sonrisa, parecía que todo aquello le gustaba… Se encaminó más hasta llegar al sillón, en donde se sentó en la comisura de este, sin llegar a tocar nada más.

[Lamento mucho la tardanza]

Notó cómo el menor daba unos pasos por el gran departamento admirándolo todo, después se sentó en el sofá y se quedó ahí quieto mientras era observado por von Bremen quien pedía la comida.

Cuando dejó el teléfono se acercó a Allen y se sentó a su lado en el sofá, un poco dudoso en si hablarle o no, ya que el chico parecía reacio a confiar en él, tal vez debió hablarle un poco más antes de llevarlo con él, pensaba que debió de haberle parecido muy extraño al menor que lo llevara tan de repente.

-Después de comer o si lo gustas mañana, iremos a comprarte ropa y algunas otras cosas que necesitarás.- trataba de buscar conversación aunque usualmente no era el mejor para eso; Thor por otro lado, después de ir por algunos dulces, había regresado con los otros dos y se posó sobre la cabeza de su dueño como le gustaba hacer. Abel estiró la mano para acariciar al pequeño bichito al mismo tiempo que éste trataba de estirar una bolsa con dulces para dársela a Allen.

-Creo que quiere invitarte de sus dulces.- tal vez Thor había sentido que el menor no estaba de lo más cómodo con su dueño, ya que el animalito no solía invitar sus dulces, o al menos lo hacía con muy pocas personas.

-¿Qué te parece?- refiriéndose a lo que había dicho antes sobre ir a comprar.

Observó su alrededor con curiosidad, era un sitio muy amplio, lujoso y a la vez cómodo, era la primera vez que estaba en un sitio igual, a la vez que era la primera vez que estaba en casa de un desconocido…

Después sus luceros se fijaron en él, en aquel hombre que no hacía muchas horas le había comprado… ¿La razón? Ni lo sabía… Solo, ahora se encontraba en un hotel de lujo, algo extraño… Y confuso.

Se percató de que este se dirigía hacia donde él estaba, cosa que le siguió con la mirada hasta que se sentó a su lado, parpadeó y deslizó la mirada, nuevamente, hacía otro punto de la sala.
Era un silencio incomodo, pero tampoco le apetecía mucho hablar… Era todo confuso ¿por qué le compró, por qué se encontraba ahora allí, por qué…?

Entrecerró su mirada hasta que la voz del mayor pasó por sus oídos, cosa que hizo que le mirase de nuevo, parecía ser que este quería llevarse bien con él… O al menos eso parecía.
Resopló y observó como el pequeño animal se acercaba hasta descansar encima de la cabeza de su amo, se lo quedó mirando, le hacía gracia aquel pequeño animal.

Fijándose como el animalito intentaba darle los dulces, cual no pudo evitar fabricar una dulce sonrisa en sus labios, alzando su brazo diestro hasta alcanzar uno de los dulces. –Gracias, Thor.- Mantuvo su sonrisa en sus labios para después mirar al otro y asentir con el rostro, quizá sea momento de empezar a hablar… -¿Podría ser mañana, por favor? Es que… estoy algo cansado.- Confesó colocando su mano libre sobre su rostro, tapando su ojo izquierdo.

Thor no tuvo que mantener su pequeño brazo alzado por mucho tiempo ya que Allen tomó un dulce con una suave sonrisa en el rostro; entonces miró a Abel y por fin dijo más que unas pocas palabras. Eso alegró al dueño del hotel, por fin el de cabellos plateados le decía algo, y más importante, opinaba sobre algo, claro que irían al día siguiente; von Bremen estaba a punto de responderle cuando notó que el menor se llevaba una mano al ojo izquierdo.

-¿Está todo bien?...¿te duele?- estaba preocupado y se notaba en su expresión, por algo se llevaba la mano justo a ese ojo…¿o no?; trató de estirar su mano para coger la del menor que estaba sobre su ojo izquierdo, sin pensar mucho en si le gustaría el gesto a Allen.

En ese momento, como si todo estuviera planeado para hacer más “incómodo” el momento, sonó el timbre de la puerta, seguro era uno de los del servicio, y seguramente con la comida que había pedido, en el hotel siempre eran muy rápidos con todo, especialmente cuando se trataba del jefe. Sus ojos se movieron rápidamente hacia la puerta que daba al ascensor para después volver a mirar al pequeño, indeciso en si darle permiso para entrar o no.

Dejó escapar un simple suspiro, pero al escuchar al ajeno le miró y asintió. –Sí, estoy bien, no se preocupe…- Pero se detuvo en cuando este le agarró de la mano cual, así volvió a visualizarse la cicatriz que tenía en su ojo izquierdo.
Se quedó mirando al mayor, quizá sorprendido por la acción de este, más, ni si quiera sabía qué hacer en aquel momento ni tan solo que decir…

Al poco rato sonó el timbre, cual dirigió la mirada hacia donde sonaba, para después mirar al mayor de nuevo, parpadeó, aquella escena parecía que duraba una eternidad, pero reaccionó enseguida. –Eh… ¿Quiere que vaya abrir?- Le preguntó, rompiendo aquel incomodo silencio que se había prolongado hace unos instantes…
Esperó su respuesta, quizá sea el que traía la comida, pero claro… Le estaban haciendo esperar… Es más… Aquel silencio… Le era un tanto incomodo…

El menor insistió en que se encontraba bien y después sólo hubo un silencio bastante incómodo para ambos seguramente; el empleado seguía esperando afuera y Allen preguntó si debía de ir a abrir, pero Abel sólo negó con la cabeza ya que eso no era necesario.

-Puedes pasar.- dijo alto para que escuchara el de afuera pero sin llegar a gritar realmente.- deja el carro aquí y luego te lo llevas.- el hombre sólo asintió y salió de la suite sin pronunciar palabra. Von Bremen se paró y llevó las cosas al comedor.- ayúdame con lo que quedó ¿si?- se refería a lo que había quedado en el carrito donde habían llevado la comida.

Una vez que estuvo todo en la mesa, le sonrió un poco a Allen y le pidió muy amablemente que empezara a comer, de nuevo había un silencio un tanto incómodo...¿tal vez era su culpa por no ser demasiado conversador?

-¿Te...gusta?- se reprochó mentalmente aquella pregunta, claramente estaba desesperado, ya no sabía cómo ganar la confianza del pequeño.

Al observar su negación ladeó un poco la cabeza, dirigiendo su mirar hacia la puerta, en donde una persona apareció de esta, cual se pudo visualizar la gran cantidad de comida que había, incluso, solo oliéndola ya se podría saborear lo exquisito que estaba….
Aquello hizo que se relamiera los labios, la verdad es que tenía mucha hambre…

De nuevo, en cuando le escuchó asintió rápidamente con el rostro, levantándose y dirigiéndose hacia aquel carro, en donde empezó a tomar las cosas y dejándolas encima de la mesa, preparándola para empezar a comer después.
Una vez que ambos terminaron de colocar la mesa visualizó al mayor, en donde se le quedó mirando, para después volver a sentir con el rostro.

Dirigiéndose a la mesa, en donde se sentó en una de las sillas, allí observó la comida que había… Todo parecía delicioso…. Sus ojos, incluso, empezaron a brillar de la ilusión, la verdad, que no había otra cosa que le gustaba tanto, comer.
En cuando ya estaba preparado para dar el primer bocado a la carne se detuvo y agradeció por los alimentos, después llevó el cubierto lleno de comida a su boca, en donde lo saboreo.

De nuevo, la voz ajena se hacía presente en sus oídos, mirándole para después sonreír satisfactoriamente. –Me encanta.- Afirmó con sus luceros brillando, en cuando comía parecía otra persona, cosa que tampoco se percataba del silencio que se produjo hace unos instantes atrás.
Mientras, siguió comiendo con ilusión.

El chiquillo parecía bastante entusiasmado con la comida, ¿tal vez había tenido bastante hambre y no había dicho nada?...o sólo se veía muy deliciosa. Abel sonrió un poco cuando su esclavo le dijo que le encantaba la comida, eso era bueno, esperaba que con eso se pusiera un poco más feliz; pero el silencio que le siguió a eso nuevamente lo desanimó un poco, ahora sí no sabía bien qué hacer, él no era de iniciar conversaciones, y lo estaba intentando de verdad.

Thor se unió a ellos y se quedó al lado de Abel, había un plato también para el pequeño animalito, el dueño del hotel le sonrió a su mascota.- no comas demasiado rápido.- después de eso lo acarició un poco y siguió con su comida.

Miró de reojo a Allen, quien parecía más entretenido en la comida que en cualquiera otra cosa en ese momento, y después de suspirar, sonrió un poco, sólo sabiendo él las cosas que pasaban por su mente. Terminó antes que Allen de comer, pero Thor había terminado antes que el mayor incluso, así que se quedó esperando a que el más pequeño también terminara.

-¿Tienes espacio para el postre?- preguntó señalándole los postres que les habían puesto, Thor sí tenía especio al parecer porque empezó a comer, Abel también agarró el suyo y le dio una probada.- no temas dejarlo si no quieres.- le dio otra probada a su postre.

-¿Hay algo que quieras saber de mi?- eso tenía que iniciar una conversación.

En cuando comía no era muy consciente de lo que le sucedía alrededor, ya que estaba concentrado en comer que ni cuenta se daba.
Mientras, fue comiendo su ración, que ante aquello se quedó con hambre una vez que acabó, claro… Él precisamente era de comer mucho, se podría decir que era un pozo sin fondo.

Deslizó la mirada por encima de la mesa, como si estuviera buscando más comida, pero al mismo tiempo observó al pequeño animal, cual se quedó mirando como comía un sus patitas, algo que le hizo sonreír con ternura.
Pero en cuando observó y escuchó que había postre, rápidamente lo miró. –No se preocupe, me lo comeré sin problemas.- Dijo un tanto más animado.

Agarrando el plato y atrayéndolo así, agarrando el cubierto para después seguir con la comida. Todo estaba realmente bueno, hacía tiempo que no comía nada igual…
En cuando la voz del mayor se hizo presente por sus oídos, su mirar la alzó hasta encontrar con el ajeno, en donde se le quedó mirando con el cubierto entre sus labios.

Cual lentamente sacó el cubierto de allí para poder hablar mejor. –Pues…- Susurra suavemente, la verdad es que aquello no se lo esperaba, pensaba que sería al revés… -¿Eres el dueño de este sitio?- Preguntó con curiosidad, la verdad, que desde que habían venido se estaba preguntando todo el rato eso.

Le hacía sentir bien que el menor comiera con tanto entusiasmo, comer debía de hacerlo feliz de alguna manera, pero Abel no sospechaba que el otro se hubiera quedado con hambre, eso era algo que Allen tendría que decirle; el chico de cabello plateados cogió su postre y comenzó a comer, a von Bremen no le molestaba que dejasen la comida, pero tenía que admitir que le gustaba saber que la otra persona había disfrutado del almuerzo.

El pequeño le respondió a su pregunta preguntándole sobre el hotel, el mayor lo pensó un rato, no se había esperado esa pregunta, pero no estaba mal para comenzar una conversación. Thor terminó su postre en ese momento e hizo ademán de querer comer el de su dueño, Abel sólo retiró la mano para dejar que su mascota terminara con lo que había en su plato.

-Si, el hotel le pertenece a mi familia, yo soy quien lo administra.- sus otros hermanos andaban divirtiéndose por todo el mundo, a su padre lo veía pocas veces realmente, pero no le molestaba demasiado eso.- a veces es muy pesado y cansado...pero vale la pena.- sí, a veces tenía que quedarse despierto toda la noche para revisar papeles, porque simplemente no confiaba en los empleados, al menos no en todos.

-¿Deseas preguntar algo más?- en ese momento se puso a pensar cómo iban a pasar la noche, la suite era casi un departamento pero para hacer otra habitación tendría que combinar su biblioteca y su despacho; muy a parte de eso, lo que en realidad le preocupaba era si el chico sabía en realidad por qué se le había comprado, cuando le tocaran las preguntas a él esa sería una de las primeras...o la primera.

Al cabo de un par de minutos llegó acabar con el último trozo de postre que le quedada, cosa que resopló satisfecho por la comilona que se había dado, después dejó el cubierto a un lado, agarrando la servilleta y limpiando sus labios con la misma.
Una vez que terminó lo dejó a un lado, después recogió por encima los platos, para así sería más fácil llevar luego las cosas.

De nuevo, sus luceros fueron directos hacía el mayor, en donde se le quedó mirando, en espera de la supuesta contestación, o si no quería contestarle no pasaba nada, solo sentía curiosidad, por que al entrar al edificio se dio cuenta del personal, de cómo llegaban a tratarse, es más… El lugar donde vivía, el mejor de todos, claro si era el dueño tendría que cogerse el mejor y con mejores vistas….

Ladeó un poco la cabeza al escuchar la voz ajena, cual no tardó en dibujar una sonrisa desde sus labios, estaba en lo cierto.
Pero su expresión llegó a cambiar al ver de aquella manera a este, cosa que se quedó un tanto pensativo, llevando su diestra en su mentón, deslizando la mirada a otro punto de la sala.
Un trabajo cansado…
Bueno…. ¿Y si… Le ayudara? No sería mala idea, ya que le pagó la comida y lo más importante le sacó de allí.

Decidido le miró de nuevo. –Si quieres le podría ayudar a lo que haga falta.- Dicho esto llegó a sonreír un tanto, al parecer no era tan mala persona, así que quizá podría llegar a confiar…
Más ante de nuevo la pregunta ajena se quedó pensativo para después asentir con el rostro. –Sí, ¿vive alguien más con usted?...- Pero… ¿Qué había dicho? Se había pasado, pero… En un sitio tan grande como en donde estaban… Era imposible que se quedara solo….
Pero bajó un tanto la cabeza a la vez que sus parpados. –Lo siento… Creo que eso no debí decírselo…- Claro, esas cosas eran personales… ¿A él qué más da si vivía con alguien más…?

El menor se ofreció para ayudarle con el trabajo, pero aunque no era nada fácil, el más alto lo tenía todo cubierto, así que sólo negó con la cabeza mientras se dibujaba una suave sonrisa en sus labios, ese le había parecido un gesto muy lindo y amable.

-No te preocupes por eso, pero gracias.

La segunda pregunta de Allen también le sorprendió un poco, sí vivía con alguien pero no era su pareja, ¿se estaba refiriendo a eso el menor?, no...era muy pronto para que estuviera celoso, si algún día llegaba a estarlo. Pero el más pequeño se disculpó rápidamente, pensaba que no debía de haber preguntado algo así, pero era válido porque él le había dicho que podía preguntar.

-No pasa nada. Sí, vivo con alguien.- ¿debería de hablar de Alec? tal vez se estaría adelantando un poco, pero Allen había preguntado.- se llama Alec y es mi mejor amigo, prácticamente es mi hermano menor.- primero porque de verdad Abel lo consideraba su familia y segundo porque a Alec había que cuidarlo como a un niño a veces.- él es cantante, pero está de vacaciones aquí en Zados, si lo quieres conocer creo que por ahí están sus conciertos. Ahora ha salido y no sé a qué hora regrese.

Después de decir eso cogió los platos y los llevó de vuelta al carrito para que después un empleado fuera a recoger todo; volteó a ver al menor.- ahora me toca a mi.- usualmente era muy sincero pero no tan directo como estaba a punto de serlo.- ¿sabes para qué te compré exactamente?

Curvó un poco los labios al ver como el otro negaba, ¿de verdad que no necesitaba de su ayuda?... Bueno… en cuando la necesite no dudará en poderle ayudar, así que no pasaba nada, ya le dirá, algún día…
Así que solo asintió conforme a lo que dijo el mayor.

Pero no dejaba de ser que ante su pregunta… Le había puesto nervioso, claro… ¿A quién se le ocurre preguntarlo? Pero claro, solo sentía curiosidad por si vivía alguien más en la casa, pero ahora que caía… ¿Si que más la daba si vivía alguien allí? Si en cuando menos se lo esperen se irá de allí.
Aun, su propuesta de ser el mismo libre estaba en pie…

Una vez que escuchó la voz ajena le miró de nuevo, parpadeando y ladeando un poco la cabeza ante su respuesta, así que… Vivía con alguien, quizá sea un poco más complicado irse… Sería mejor no pensar en ello… De momento.

¿Un cantante? Aquella idea le fascinó, más de sus labios se dibujaron una pequeña sonrisa, seguro que sería famoso…
Es más… Podría escuchar sus músicas en directo de vez en cuando… ¿Pero qué diantres estaba pensando?
Primero tendría que dejar que pasara el tiempo…. Claro… Si no antes conocerse…

Pero al observar al otro llevarse los platos no tardó en reaccionar, levantándose de la mesa y recogiendo lo poco que quedaba, pero al escucharle se le quedó mirando ante su pregunta… Es verdad… ¿Por qué le compró? … ¿Quizá porque necesitaba a alguien que hiciera la faena de casa en cuando no estuviera? ¿Para trabajar también? … ¿Por qué? Y lo más importante… ¿Por qué a él?

Mantuvo sus luceros azulados en él. –Eh… ¿Por qué?- Finalmente preguntó la razón, su mirada estaba fija en él, observando cualquier tipo de movimientos ajenos, quería saber la razón… Porque…

A Allen pareció agradarle la idea de tener un músico en casa, ¿tal vez era aficionado a la música?, apenas pudiera le presentaría a Alec, aunque controlar el carácter de su amigo tal vez iba a costarle un poco. Agradeció con un suave gesto cuando el menor le ayudó con los trastes.

Al parecer la pregunta lo había agarrado por sorpresa, pero no le quedaba de otra, había tenido que preguntar; por la respuesta del más bajo, Abel si imaginó que Allen no tenía idea de cuál era la razón primordial por la cual vendían esclavos, tal vez porque era un poco pequeño y no lo llegaba a entender del todo o porque no se habían tomado la molestia de explicárselo, lo cual le llamó la atención, porque sabía que Dantes podía ser muy crudo con las palabras.

Le hizo una señal a Thor para que se quedara ahí mientras le pedía a Allen que lo acompañara a la habitación, abrió la puerta y dejó que el menor contemplara el lugar, era tan elegante como toda la suite y estaba todo muy ordenado, la cama era bastante grande además.

-Esta es mi habitación...y dormirás aquí hoy.- en realidad esperaba que Allen siempre durmiera con él, pero le preocupaba un poco decirle eso en ese momento. Sentó al menor en la cama y se sentó a su lado después. Suspiró, para él decir esas cosas no era nada fácil, además no creía que fuera su trabajo hacerlo.- ¿te enseñaron o te dijeron en Rozen, lo que lo esclavos tienen que hacer con los amos?- claro, una persona con tanto dinero como Abel no iba a comprar un esclavo sólo para que hiciera las tareas del hogar.

Observó la pequeña señal que hizo el mayor al pequeño animal, cual se quedó mirando a Thor, cual le sonrió sin dudarlo, aquel pequeño animal le había gustado bastante, cosa que una vez que el otro le dijo que le siguiera asintió y se despidió de la pequeña mascota, moviendo su mano de lado a lado.
Después no tardó en seguir al otro y así, por el camino, iría mirando lo que le rodeaba, todo era muy lujoso, la verdad… Es que era todo bastante bonito.

En cuando el ajeno abrió una de las tantas puertas que habían se la quedó mirando, era enorme aquella habitación, nunca pensó que exactamente habría alguna habitación así de grande…
Parpadeó ante tal sorpresa, pero aun más en cuando el otro dijo que dormiría allí, pero… ¿Si era su habitación, por qué dejaba que otro durmiera allí, es que acaso él no dormiría allí?
Se quedó ante la duda, ladeando un poco la cabeza y curvando los labios, mejor sería preguntarle después.

En cuando menos se lo esperó que el mayor ya le había hecho sentar a la cama, cosa que ante tal contacto de la cama pudo apreciar lo suave y blandito que era… Era la primera vez que vivía entre tanto lujo…. No sabría si se podría acostumbrar ante ello….

Ante su pregunta llevó su mano diestra sobre su mentón, pensativo a la vez que la mirada se perdía por el techo de la habitación. –Pues…- Susurró suavemente mientras que volvía abajar la mirada al ajeno. –Me dijeron que tenía que obedecerles a lo que ellos me manden, pero… Diría que más bien es para hacer la cosas de casa.- Dijo a la vez que se encogía de hombros, dejando escapar un pequeño suspiro. Claro ¿Qué si no tendría que hacer? O más bien ¿Qué otra cosa podría hacer si no?

El pequeño parecía pensativo por la pregunta de Abel; terminó por decirle que los esclavos debían de obedecer a todo lo que mandaran los amos, pero Allen creía que se le había comprado para hacer las labores del hogar; tal vez era realmente muy pequeño y no había entendido el significado de esas palabras, además tenía que recordar que el menor no llevaba mucho de esclavo y era lógico que no lo supiera todo.

-No necesito que hagas eso Allen.- trató de explicarle.- verás, yo ya tengo empleados que hacen esas cosas.- cuando no quería cocinar sólo llamaba, y para limpiar la casa y ordenar el desastre del cantante habían otros.

No sabía exactamente cómo decirle esas cosas, no quería asustar al menor ni nada de eso, pero en algún momento iba a tener que decírselo, porque no podía tener al crío ahí todo el día haciendo nada, y tampoco pensaba devolverlo, eso sería algo muy cruel.- en realidad algunas personas sí compran esclavos para que hagan las labores del hogar.- volteó para mirar al menor a los ojos, necesitaba tanto un cigarro en ese momento.- pero como yo no necesito eso te compré para que fueras mi acompañante...¿entiendes lo que eso significa?- porque si no, iba a tener que ser más explícito, y ya se estaba esforzando bastante, no entendía por qué no le habían explicado bien las cosas al pequeño en Rozen.

Al escucharle se le quedó mirando, ¿No le necesitaba para hacer las labores de casa, entonces a que se refería exactamente?
Mantuvo la cabeza un poco inclinada hacia un lado, no le comprendió, ¿Entonces… Para qué le había comprado, para no hacer nada? No... Estaba seguro de para no hacer nada lo dudaba mucho…
Pero… ¿Qué quería exactamente, a que se refería?

Lo que menos entendía es… Que si tenía de todo ¿Para qué necesitaba a alguien como él? Si al fin y al cabo aquellos empleados le hacían de todo… Tendría que estar más de satisfecho… ¿No?

Escuchó con atención sus palabras, intentando averiguar exactamente lo que quería decir, peor… Seguía sin comprenderle, en aquel momento hubiera preferido darse a sí mismo para así poder comprender al otro mejor, pero por mucho que pensaba no se le ocurría, pero… Tampoco hacía mucho era un… “Esclavo” así que era normal que no comprendía la mitad de las cosas, ya que no hace mucho que le pusieron y le dijeron unas pocas normas que se tenían que cumplir, pero tampoco se podría decir que hizo mucho caso ante ello…

Se sorprendió al escucharle… ¿”Acompañante”? ¿A qué se refiere con eso, no tenía a aquel músico con él, para que necesitaba a otro?
Parpadeó, era verdaderamente idiota… Mira que estar haciendo eso al mayor… Seguramente se estaba poniendo de los nervios, pero el más nervioso que estaba en aquella sala era él, debido a que no le comprendía del todo.
-¿Acompañante…?- Susurró, repitiendo aquella última palabra por su cabeza a la vez que miraba al otro sin comprender… ¿Qué quería decir, tan difícil era o simplemente es que él mismo era un idiota que no comprendía nada?

No estaba entendiéndole, incluso cuando le dijo que lo quería como un acompañante el menor se mostraba confuso, y además lo estaba notando algo nervioso, lo que hizo dudar a von Bremen, dudaba de si debía seguir diciéndole esas cosas, pero no podía engañarlo, o más bien no quería hacerlo; así que aunque temía un poco la reacción del menor, decidió que tendría que ser más directo.

-Con acompañante me refiero a amante.- sólo había estado tratando de no ser tan “rudo” con las palabras, pero disfrazar la verdad ya se le había hecho imposible. Miraba a los ojos del menor y esperaba una respuesta de éste, seguramente lo de amante sí lo había entendido.

-Lamento decirte las cosas así.- estaba realmente apenado por todo eso, pero las circunstancias lo habían obligado a eso.- no te quiero lastimar, no pienses eso.- se apresuró en decir, por si acaso el menor se había imaginado algo de eso; Abel se reprochaba, de verdad...usualmente no era el mejor con las palabras.

¿!Amante!? ¿Había dicho amante?
Se le quedó mirando, abriendo sus luceros más de lo normal, ¿Lo había dicho en serio? Pero… ¿Cómo, por qué? … ¿Amantes?

La cabeza empezó a darle vueltas, parpadeó atónito ante la situación, hasta sus mejillas se tornaron sonrojadas por tal cosa.
Pero al escuchar la disculpa de este negó un poco la cabeza, volviendo en sí rápidamente.

Ante su disculpa le miró y entrecerró sus parpados, deslizando su mirada hacía el suelo, ¿qué diría?, ¿Qué contestación sería la adecuada para estas ocasiones?...
Tragó saliva con dificultad y agachó un poco más su rostro, haciendo que su cabello hiciera de cortina ante su mirada. –N-no hace falta que se disculpes…- Susurró suavemente.

Mantuvo sus manos encima de sus rodillas, apretando los puños con algo de fuerza debido a los nervios que sentía. –Bueno….- Masculló débilmente. –S-si es eso… Lo que quiere…- Cerró por unos breves segundos sus parpados con suavidad, estaba totalmente nervioso, habría hecho bien su respuesta?

Se había tenido que disculpar, así era su forma de ser, además había notado la reacción del menor, estaba nervioso y hasta tal vez algo asustado; aún así Allen le pidió que no se disculpara, pero su mirada estaba en el suelo y parecía mucho más pensativo que antes. Notó que el menor apretaba los puños con algo de fuerza, ¿tal vez estaba molesto?

Finalmente Allen le dijo que lo haría si eso era lo que Abel quería, aunque en realidad el menor no parecía muy convencido de lo que estaba diciendo; von Bremen no había querido que las cosas terminaran así, ahora parecía que tenía al menor asustado, no sabía qué hacer ni qué decir, se puso a pensar muy bien en lo que tenía que hacer ahora.

-Lamento que te hayas enterado de esta forma, pero tenía que decírtelo.- trató de explicar su comportamiento, aunque sabía que era por gusto. Quería decirle que de verdad no pensaba hacerle daño, pero no sabía si esas palabras serían bien recibidas por el menor en esos momentos.

-¿Hay algo que me quieras preguntar?

Mantuvo su mirada por el suelo, en realidad…. ¿Quién se iba a esperar esa respuesta de parte del otro?
Aquello le había pillado desprevenido, así que… Por eso le había comprado… Para ser su amante… Bueno… Quizá tenga que hacerlo… Era su deber obedecer, ¿no?

De nuevo, en cuando las palabras del ajeno pasaron por sus oídos levantó un tanto la mirada hacía él, observándole con ciertos nervios a la vez que negaba lentamente con el rostro. –Ya le dije… No se preocupe…- Quizá si se comportaba de esa manera lo único que conseguía es que el otro se sintiera peor, así que sería mejor comportarse con normalidad….

-No pasa nada, si es eso lo que deseas pues seremos amantes.- Dijo a la vez que elevaba el rostro, con una sonrisa entre sus labios, no sabía si lo que estaba diciendo haría que el otro se animara un poco, pero al menos… Habría de intentar algo… Aun que solo fuese un poco…
-Espero hacerlo lo mejor que pueda.- Allí cayó en la conclusión lo que había dicho exactamente…

Sus mejillas se sonrojaron por completo ante aquello. –Eh…- Susurró deslizando con lentitud la mirada a otro punto de la sala, estaba avergonzado por lo que estaba diciendo, aparte de lo que estaba sucediendo exactamente allí.

Allen insistió en que no se disculpara, incluso le dijo que si eso era lo que quería entonces serían amantes, aunque Abel no lo había dicho de ese modo, pero al resultado era el mismo, ¿no? Entonces el menor lo sorprendió diciéndole que esperaba hacerlo lo mejor que pueda, von Bremen lo miró un par de segundos, ¿el pequeño ya había asimilado todo eso? había sido más rápido de lo que había esperado.

Estaban solos en la habitación y en la casa, sólo Thor estaba afuera pero seguro que el pequeño bichito no iba a entrar a la habitación de su dueño, ¿era ese un buen momento para enseñarle esas cosas a Allen? Parecía una buena oportunidad, porque si llegaba Alec no sabía si tendría tiempo.

-Entonces...haremos cosas como esta.

Acarició el rostro del menor y se acercó suavemente para darle un beso, al principio fue muy suave e inocente pero a los pocos segundos, en un movimiento igual de suave, logró hacerse paso dentro de la boca del más pequeño; una de sus manos estaba sobre el rostro de Allen y lo hizo pegarse un poco más al alto.