De nuevo en casa (Jahi)

El camino a casa había resultado un poco lenta ya que el neko cogeaba un poco, pero trataba de mantener el ritmo de los pasos de su amo.

Nuevamente la caminata por la calle había sido todo una aventura para Kudo, que descubría cosas nuevas en cada esquina casi olvidándose de sus heridas, hasta que hacía algún movimiento que le producía algún dolor y se calmaba.

Al entrar en casa se quedó parado en la puerta. Todo estaba como antes de que todo ocurriera, incluso la mesita de centro estaba torcida ya que de había corrido cuando Jahi chocó con ella al recibir el empujón.

Citación :

si hubiera sabido que con sexo iba a obtener tanta devocion te hubiese tomado antes

Citación :

estaras conmigo todo el tiempo que YO desee...y seras mio cuando YO desee

Las hirientes palabras le llegaron como un golpe a Kudo que no supo que hacer...sólo se quedó parado allí mirando la mesita mientras se ponía pálido

Al ver que el neko cogeaba se arrepintio de no haber tomado un taxi para llegar a casa ya que el hospital no estaba muy cerca, al llegar vio como el como el neko se detenia repentinamente y temio que la caminata le hiciera mal.

- Kudo, ¿Kudo estas?...¿llamo a un taxi para volver al hospital?- pregunto bastante preocupado sin siquiera imaginar lo que pasaba por la mente del neko.

-Estoy bien...- Contestó con aire ausente, ahora encajaban las piezas en su sitio, pero no quería preocupar a su amo con eso.- Me gusta caminar.- Dijo con una sonrisa algo desanimada.- Ya estaba aburrido de tanto encierro en ese hospital feo.- Reclamó.-Además ya estamos en casa...

Le miró con algo de tristeza, se le hacía tan dificil creer que aquel hombre tan tierno y amoroso había sido capaz de decir cosas tan crueles, pero los recuerdos eran tan vívidos que parecía estar oyendo sus gritos. Movió la cabeza para desacerse de esos malos recuerdos y se abrazó a Jahi apretándolo casi asustado.

Lo abrazo sintiendo su ligeramente tembloroso cuerpo junto a el asustandose al sentirlo temblar asi

- ¿que pasa Kudo?, ¿en verdad estas bien?, ¿no quieres regresar al hospital?- no entendia lo que pasaba pero tenia miedo que fuese algun efecto secundario o algo asi, quizas lo mejor era regresar al hospital.

-No, no quiero volver.- Movió la cabeza negando.- Me siento bien es sólo que...- Guardó silencio no sabía si decirle o no.

Sentía el temor de que si le decía que recordaba todo antes del atropello todo volvería a comenzar, los gritos, los insultos y las palabras que dolían como crueles cuchilladas. No quería...no hablaría.

-Que quiere para cenar?.- Le preguntó sonriendo, tratando de aparentar que todo estaba perfectamente.

Lo miro confundido dandose cuenta que habia algo que Kudo no le queria decir y no podia intuir que era, pero esperaba que no fuese nada grave.

- algo de pollo estara bien pero recuerda que dije que te ayudaria y lo que dijo el doctor acerca de hacer esfuerzos- le dijo con un cierto tono de reclamo porque presentia que el neko queria cocinar solo.

-Pollo...m....-Se puso una mano en el mentón pensando en como cocinarlo.- Que le parece si lo preparamos con una salsa de queso y hacemos unas pastas?... Es algo sencillo rápido y no requiere mucho esfuerzo.- Le sonrió.- Usted podría ayudarme a trozar el pollo, que me dice...se anima?

Su voz sonaba un poco más animada aunque aun el recuerdo de lo pasado le dolía como si tuviera una gran aguja atravesandole el pecho, pero a pesar de todo no quería que Jahi le dejara sólo. Quería cocinar con él, compartir con él, hacer algo más que no fuera sexo como le había dicho antes del accidente...quería demostrarle que no era ciega devoción lo que sentía, si no, amor...

Jahi no sabia que le pasaba a Kudo pero se daba cuanta que habia algo raro en el, algo que no podia identificar.
- esta bien, si dices que es facil...- dijo sin mucho convencimiento ya que no era experto en la cocina.

Saco el pollo del refrirador colocandolo sobre una tabla de picar
- ¿de que forma lo corto?- pregunto al no tener idea de que forma tenia que cortarlo para el plato que queria preparar Kudo.

Lo miró y luego rió suavemente.

-Primero deje de mirar al pollo como si le fuera a morder.- Bromeó luego tomó un pequeño y afilado cuchillo manipulándolo con gran habilidad.- Debe cortar en las articulaciones ya que si trata de cortar el hueso se va a desarmar todo...m...aquí, aquí y aquí.- Marcó las articulaciones con cortes certeros y firmes.- Después de desarmarlo corte el pecho a la mitad, né? Cuando haya hecho eso me llama.- Le sonrió y se puso a preparar el resto.

Estaba conciente de que no había convencido del todo a Jahi, pero no iba a ceder...aunque no le gustaba ver a su amo así de inquieto.

Vio manipular a Kudo el cuchillo con tal habilidad que hasta le dio algo de miedo, vio las explicacion de Kudo pero llevarla a cabo no fue tan facil como parecia cada vez que queria hacer un corte el pollo parecia querer ir para el lado contrario al corte pero finalmente logro terminar de cortarlo aunque las piezas de pollo terminaron con varios cortes que no deberian estar alli.

- termine - dijo triunfante dejando el cuchillo sobre la tabla dando por concluido aquel "duro" trabajo.

Mientras su amo "Luchaba" con el pollo el neko se dedicó a fundir queso con algo de crema y mantequilla agregando algunas especias, para la salsa y ya tenía las pastas casi listas para cocer.

Citación :

termine

Escuchó a su amo y volvió a su lado para ver como le había ido con la tarea. Cuando vio al maltratado pollo casi hechó a reir, pero a cambio sólo sonrió. Había visto como su amo se esforzaba para cumplir con sus indicaciones y no sería justo si se reía de su trabajo.

-Bien...-Miró el campo de batalla (La mesa de cocina) y con rápidez la limpió, ordenó el pollo por piezas y desechó lo que no servía.- Ahora hay que picarlo en trocitos del tamaño de un dado, para esta salsa ocuparemos solamente las piernas del pollo ya que su carne es más suave y menos seca.- Añadía de manera didáctica mostrando las texturas de cada pieza nombrada.- Ahora si prefiere puede vigilar la salsa y yo me encargo del pollo?

Su ánimo había mejorado considerablemente, la cocina siempre le subía el ánimo y con su amo ayudándo más aún.

Vio atentamente el pollo cuando le dijo aquello de cortar el pollo en dados sin poder imaginarse haciednolo sin cortarse algun dedo por lo que sintio algo de alivio cuando Kudo se ofrecio a encargarse del pollo.

- ¿vigilar la salsa?...¿que tengo que vigilar exactamente?- sabia que la salsa no se iria a ningun sitio pero no tenia idea a que cosa se referia Kudo con vigilar.

Esta vez no pudo resistirse y rió con dulzura.

- Jahi, tiene que revolver la olla.- Le indicó la cocina.- Ahoar se ve líquida pero tiene que quedar como una crema, suave, pero no muy espesa, né?-Quería estar seguro de que le había entendido.

Le miraba con infinita ternura, se sentía en un ensueño al estar compartiendo así y, además, era el neko quien estaba enseñando y diciendo que hacer a su amo, eso le pareció teeriblemente gracioso y lindo.

-Manos a la obra.- Dijo tomando un cuchillo que era pequeño y flexible, sus ojitos brillaban con cierta malicia mientras miraba la pieza de pollo sobre la mesa y en unos certeros cortes el pollo quedó hecho cubitos, los puso en un plato y continuó con la siguiente pierna. Mirando de cuando en cuando a su amo por sobre el hombro sin dejar de cortar.

Sonrio algo avergonzado al ver como Kudo reia, movio la salsa tal como Kudo le indico haciendolo lentamente mientras veia como aquella salsa se espezaba lentamente. Aprovecho el tiempo que demoraba en espesar la salsa para mirar de reojo a Kudo, preguntandose porque se comportaba asi con el, neko porque era tan amable con el, porque se sentia tan bien estando con el pero sin encontrar respuesta a ninguna de esas interrogantes. Jahi solo sabia que Kudo ya era especial para el y no una "especial inversion" sino especial por lo que era, especial por ser Kudo.

por fin la salsa despues de unos minutos parecia tomar punto.
- ya esta dijo - Jahi apago la cocina, mientras miraba a Kudo para ver si faltaba hacer algo mas.

-Y ahora....- Le guiñó un ojo.- La parte divertida! armar todo esto para que nos quede una deliciosa cena.- Dijo con todo de animador de televisión y luego rió.- Ya...en serio, tenemos que poner a cocer la pasta.- Tomó el paquete de la pasta y destapando la olla de agua hirviendo sumergió uno y lo sacó, ya estaba láscio.- El agua ya está lista.- Metió el resto del paquete en la olla.- Si quiere se encarga de vigilar que la pasta no se pegue, né? Sólo tiene que revolver suavemente, si revuerve con mucha fuerza la pasta se romperá.- Le explicó.

Ya su ánimo estaba bien y sonreía a cada instante.

-Yo me encargo del pollo.- Declaró mientras colocaba en una sarten algo de mantequilla y ajo.- Voy a saltear los trocitos y luego los dejo cocer.- Seguía su explicación, le encantaba de Jahi se mostrara interesado y quisiera ayudarle.- Después de que tengamos el pollo cocido ya estaremos listos para servir.

- revolver pero no con mucha fuerza...-trato de mentalizar aquello aunque no era del todo facil, despues de todo era un concepto bastante difuso.

Suspiro al parecer ya faltaba poco para que terminara aquella tortura llamada cocinar, pero sabia que volteria comenza el dia siguiente y el siguiente a ese al menos hasta que Kudo se encontrara bien.

Siguio revolviendo la pasta hasta que estuvo lista y cuando vio esto apago la cocina.
- ¿ya podemos comer?- le dijo a jahi con un tono algo gracioso ya que sonaba como un niño que le pedia a su madre un dulce por haber terminado todo su tarea.

En el tiempo que Jahi revolvía las pastas, el neko dejó cociendo el pollo y preparó la mesa de la elegante manera que siempre lo hacía.

Citación :

ya podemos comer

Le miró sonriendo al notar el tono de niño cansado.

-Si, ya vamos a comer.- Le dijo acariciando suavemente su rostro.- Yo serviré los platos y ya esta!.- Le sonrió divertido.

Cerro los ojos al sentir el tibio roce de la mano de Kudo, nunca antes se habia percatado lo tibia que era esta y se concentro en aquella sensacion por leves segundos.

Se sento a la mesa aun confundido por todo sus antitudes previas, no entendia lo que hacia y el porque lo hacia.

Miraba detenidamente a Kudo como buscando la respuesta al verlo sin entender que la respuesta no estaba en Kudo sino en el mismo.

Cuando Jahi se fue a sentar Kudo sirvió los platos adornandolos con una flor hecha de cibulette, cosa que hizo en un instante. Cuando volteó con los platos en las manos se encontró con que su amo le miraba intensamente y no pudo evitar sonrijarse ligeramente y le regaló una radiante sonrisa.

-Que le aproveche.- Le dijo cuando puso el plato frente a su amo, para luego dar la vuelta, sentarse frente a él y mirarle.- Antes me había dicho que no se le daba bien la cocina, pero ahora ha estado muy bien.- Rió mientras servía algo de refresco en ambos vasos.- Qué le pareció? se divirtió?-Preguntó interesado, no quería que hubiera estado ahí solamente por haber estado en el hospital, quería saber si su amo en verdad disfrutaba de su compañía y no de su devoción, como le había llamado antes.

Pobró la comida sonriendo ligeramente al sentir el sabor de esta en su boca, casi con un poco de incredulidad de que supiera tan bien habiendo ayudado a prepararla.

- no se...supongo que cocinar no es tan malo como creia- dijo mostrando poca seguridad de ello, en realidad setnia que la cocina no habia sido hecha para el, o quizas internamente por su antigua condicion aristocratica tenia algun tipo de rechazo a esta, cual fuese la verdadera razon el hecho era que a Jahi no le gustaba cocinar.

-Que no es tan malo?...-Le miró sorprendido, para el neko el cocinar siempre había sido una gran diversión.- Pero si es como jugar, uno puede hacer lo que quiera y incluso inventar sus propias recetas.- Explicaba con una gran sonrisa.- Sólo hay que perderle el miedo y darse cuenta que la cocina no es un territorio enemigo.- Bromeó.- Pero si no le gusta ya ni modo, né?.- Concluyó encogiendose de hombros.- Hay personas que simplemente no le gusta casi por naturaleza.

Comentó antes de empezar a comer y sonrió al ver que había quedado tan rico...siguió comiento en silencio. Actuaba extraño y sabía que Jahi lo notaba, pero aun así no quería hablar al respecto además su amo tampoco preguntaba y dudaba que lo hiciera.

- a mi no me parece nada facil...- comento mientras seguia comiendo lo preparado mirando de cuando en cuando a Kudo dandose cuenta de lo callado que estaba el neko.

- ¿estas seguro que te sientes bien?- pregunto algo preocupado, sabia que le pasaba algo aunque no tenia ni idea que era.

Cuando escuchó la pregunta de su amo dejó de comer y sus orejas bajaron inconcientemente, soltó un pesado suspiro.

-Es que...bueno...- Hablaba bajito mientras revolvía su comida.- Es que..cuando llegamos a casa.....- Le miró con una profunda tristeza.- ...Y vi la mesita de centro corrida...- Suspiró como si le doliera hablar y dejó el tenedor a un lado.- ... ... ... Recordé el porque había salido corriendo...- Concluyó casi en un susurro.

Guardó silencio mirando al borde de la mesa con sus orejas bajas y sus hombros caidos, como si estuviera agobiado por un terrible peso.

Escucho lo que le dijo atentamente entendiendo porque el aflijimiento del gatito, el quedo mirando su plato sin saber que decir, hasta que despues de un largo silencio unas palabras salieron de su boca.

- lo siento...aquello que dije...no es cierto...y no te tomare de nuevo si no quieres- era la primera vez que se disculpaba con alguien, aun en su epoco de esclavo nunca lo habia hecho por lo cual le habia costado hacerlo pero no queria ver a Kudo asi, le dolia verlo asi.

Lo miró con una triste sonrisa.

-No tiene que disculparse...Usted es el amo, tiene derecho a decirme lo que desee.- Dijo con tristeza, aun resonaban en su cabeza las crueles palabras que habían salido de su boca.- Soy de su propiedad...incluso puede colgarme de la ventana si así lo desea.- Concluyó.

Sus palabras le asombraron. Jamás se había mostrado así de sumiso con nadie...ni siquiera con los tipos de Hanori, era por eso que pasó tanto tiempo sin que nadie quisiera comprarlo. Pero con Jahi era diferente ya que en verdad quería ser amable, tierno, dulce y comprensivo no por ser su deber como esclavo, si no que, así lo sentía.