De nuevo en casa (Jahi)

Escuchó a su amo entrar en la sala más no acercarse. Levantó la mirada y le quedó mirando, buscando una respuesta a esa actitud tan distante. Le recordaba cuando recién fue comprado, Jahi estaba volviendo a tomar la misma distancia que la comienzo...callado y distante. Le hacía sentir sólo.

"Por favor que no se rompa esta realidad también" Pensó de pronto recordando el experimento de Hanori. Ya habían destrozado una realidad, cuando le decían que tenía padres, que era libre de ir a estudiar y tener amigos...de ser feliz. Hasta que notó que su "madre" comenzó a distanciar (como lo hacía Jahi ahora) hasta que le dijo que todo lo que conocía no existía, que el experimento era un estudio y que el ser puesto a la venta era "lo mejor para todos".

Ahora sentía el miedo de tener toda su vida oscilar en el vacío como si fuera una esfera de frágil cristal colgando de un hilo cada vez más fino.

Amaba a Jahi de eso no había dudas para el neko, se enamoró de él desde que le vio entrar en la sala de ventas de Hanori con ese paso elegante y porte orgulloso. Y supo que sería su amo cuando le dijo que los esclavos si tenían derecho a opinar y que eran personas. Desde ese día supo que querría estar al lado de esa persona libre sin importar el sacrificio, no aceptaría que le separaran de él.

Por primera vez en verdad era feliz... Lamentablemente todo pendía de un fino hilo que amenazaba con romperse.

Jahi no miraba a Kudo, sentía su tristeza y no quería sentirla, quería verlo sonreír y al recordar sus últimos días juntos recordar la sonrisa del neko. Se acerco al sillón en que estaba el neko y le acaricio son delicadeza entre las orejas.

- vamos a desayunar- se dijo con una voz suave y dulce como tratando se calmar su tristeza con su voz.

Sus orejas se levantaron de inmediato al sentir la suave caricia y levantó la cabeza para mirarle, pero su rostro sonreía sin ánimos. Ya la idea había anidado en la cabeza aunque no quería creer en ella, pero aun así le preocupaba.

Sólo asintió y se levantó para sentarse a la mesa. Le acompañó en el desayuno aunque sólamente tomó un vaso de leche fría a pesar de que el neko siempre tenía buen apetito. Y aun más extraño...no habló en todo el desayuno.

Cuando terminó el desayuno se levantó.

-Con permiso, iré a ordenar la habitación.- Dijo mientras se alejaba rumbo al pasillo que llevaba al dormitorio.

No podía evitar notar que el gatito presentía algo no sabia si era su sexto sentido gatuno o que pero parecía que de alguna forma Kudo presentía lo que pasaba por su mente aunque no pudiera leerla.

Lo siguió hasta la habitación y sin pensarlo dos veces lo abrazo por la espalda.
- discúlpame, quizás he estado algo frío…creo que el trabajo me tiene pensativo- mintió, pero no quería tener a Kudo presintiendo cosas, esperaba con esa escusa dejarlo satisfecho y poder disfrutar los que quizás serian sus últimos días juntos.

Casi no reaccionó al abrazo, simplemente subió una mano para tomarse del brazo de Jahi.

-Amo...sé que no le gusta que esté triste, pero no lo puedo evitar es usted un pésimo mentiroso.- Le susurró con tristeza. La alta empatía del neko le hacía sentir las mentiras como una corriente de aire helado.- Estos días no ha tenido mucho trabajo, se le nota, porque no tiene tantas ojeras...ha pasado gran parte de su tiempo conmigo y creame que se lo agradezco con mi alma.- Se volvió para mirarle a los ojos.- Todos los cuidados que me ha dado, sobre todo después del accidente...Pero...-suspiró hondamente antes de continuar.-...pero sé que algo anda mal, lo siento en el aire y usted lo sabe y no quiere decirme y eso me asusta.- Se abrazó a Jahi casi temblando.- Qué es lo que sucede?.

"Que no sea mentira todo esto....esto no, por favor..." repetía su mente una y otra vez mientras se apretaba contra Jahi cerrándo los ojos con fuerza.

-nada solo es el trabajo…que no haya mucho trabajo tambien es un problema- siguió mintiendo, no quería decirle lo que pasaba quería vivir ese quizás ultimo día juntos teniendo al neko feliz, sin preocupaciones sonriente. No podía decirle la verdad, no era el momento solo pensaba decírselo poco tiempo antes de la despedida la cual parte de el esperaba que no llegara.

- no te preocupes…no pasa nada grave- acaricio sus cabellos, estrechando entre sus brazos a su neko…su querido neko que pronto dejaría de ser suyo.

-En verdad no me miente?.- Preguntó mirándole con ojos llenos de esperanzas y sonriendo a medias.- En verdad son sólo ideas mías...ideas tontas, né?.- Le sonrió con un poco más de ánimos mientras le volvía a abrazar.- Que alivio, no sabe lo preocupado y asustado que me tenía.- Le dijo con una voz que reflejaba el alivio que sentía.

- no, ¿por que mentiria?- siguio mintiendo tratando de no despertar sospecha alguna de su neko, su adorado neko...¿cuanto tiempo podria estar con el?¿dias?¿quizas horas? pero aunque fuese un minuto lo que le quedaba queria hacer todo lo posible por verlo feliz.

- te ayudare a ordenar y luego sardremos a pasear, ¿te gustaria ir algun lado? - pregunto mientras le acariciaba los cabellos con suavidad tratando de hacerle olvidar con aquellas caricias aquellas ideas que habian pasado por su mente.

-Vamos a ir a pasear?!.- Exclamó entusiasmado, a pesar de ser un poco maduro, seguía siendo un niño.- Eto....me gustaría ir a un lugar tranquilo...lejos del molesto ruido de los automóviles.- Dijo mirándo hacia la ventana.- Cónoce algún lugar así? que sea tranquilo y lindo? como un parque o bosque?.- Le volvió a mirar, pero esta vez su cara estaba iluminada con el entusiasmo de un paseo juntos.

-Ah! deberemos llevar algo para comer! - Se soltó de los brazos de Jahi, no sin antes besarle dulcemente en los labios.- Iré a preparar algo para que almorcemos...como ha tenido poco trabajo, no sería bueno gastar en comer fuera, verdad? No tardo!.- Y se fue rápidamente casi dando brincos hacia la cocina.

Pronto se oyeron los ruidos de los trastos del desayuno que el neko estaba lavando mientras preparaba unos sandwich para el almuerzo.

- un paseo al parque suena bien- murmuro y no pudo evitar sonreir un poco olvidando sus preocupaciones al verlo tan entusiasmado, antes de que pudiese decir algo mas el neko ya se habia separado de sus brazos y empezaba a realizar movimentos en la cocina.

Jahi solo miro todo lo que hacia el neko ya que todo lo referente a la cocina no iba bien con el. Quizas seria su ultimo paseo juntos, el primero no habia sido tan bueno pero queria hacer de este inolvidable para su querido neko.

Un momento más tarde ya tenía una buena cantidad de sandwish sobre la mesa junto a una botella de jugo natural y algunas golosinas. Todo muy ordenado para ser puesto en un bolso.

-Ya está!.- Dijo apareciendo nuevamente junto a su amo.- Me doy una ducha y ya estamos, né?

Le sonrió mientras tomaba su ropa y se apresuraba a ir al cuarto de baño, a los pocos minutos se escuchó el agua de la ducha correr y un suave canturreo.

Escucho el sonido del agua y el canturear del gatito, al parecer el gatio estaba feliz y se habia olvidado de todas sus sospechas.

Jahi abrio lentamente la puerta que Kudo dejo entreabierta divisando el cuerpo de su hermoso cuerpo de su neko, por un momento sintio las ganas de abrazarlo, besarlo, tomarlo entre sus brazos y hacerle el amor diciendole lo mucho que lo amaba pero no lo hizo solo se quedo allo uno segundos y salio de alli antes de que Kudo se diera cuenta que el estuvo alli.

Volvio a la cocina a ver lo preparado por Kudo mientras esperaba que el neko saliera mientras repetia en su mente que no podia dudar iba a hacer lo correcto.

No demoró ni cinco minutos en ducharse, se vistió rápidamente y salió del cuarto de baño. Aun llevaba los cabellos mojados y sus orejas se inclinaban un poco a causa del peso del agua que aun las humedecían, lo cual le hacía verse graciosamente tierno. Se acercó canturreando suavemente mientras se secaba su esponjosa cola.

-Ya estoy listo!.- Dijo mientras comenzaba a ordenar el bolso que llevarían al paseo. Sonreía animadamente

Le gustaba salir con Jahi aunque, desde el accidente, se sentía algo temeroso al momento de cruzar una calle o se sobresaltaba cuando un auto pasaba muy cerca de él. Pero se recuperaba de inmediato al sentir el cálido contacto de la mano de su amo querido.

- No estas listo aun tienes los cabellos mojados y de algun lugar saco una toalla se la lanzo a la cabeza al neko pero antes de que Kudo pudiese quejarse por lo que el habia hecho empezo a secarle los cabellos con aquella toalla de forma muy cuidadosa.

- si sales con los cabellos mojados te resfriaras- le dijo mientras terminaba de secar su cabellos dando suaves caricias a su cabeza con la toalla mientras secaba aquellos suaves cabellos.

Al estar ordenando el bolso no vio venir la toalla y rió suavemente al ver su rostro cubierto por esta.

-Nunca me he resfriado.- Dijo sonriéndole mientras levantaba un poco la toalla para mirarle, pero se dejó hacer disfrutando de las suaves caricias encondidas entre los movimientos para secarle el cabello.- Gracias.

- no te has resfriado porque en Hanori cuidan mucho esas cosas, evitan todo tipo de virus pero aca es diferente- explico mientras terminaba de secar sus cabellos.

- no quisiera que te enfermaras, me preocupe mucho con lo del accidente- permino se decir y dejo sus cabellos en paz ya que se encontraban secos

- ahora si estas casi listo…pero aun falta peinarte-

- Eso es fácil!.- Exclamó mientras pasaba sus manos por sus cabellos ordenandolos un poco.- Ya está.- Le sonrió.- Y a donde iremos de paseo, né?

Se veía que el neko estaba bastante entusiasmado con la idea de salir, ya que, no salía si no era con su amo o a hacer las compras a un negocio cercano.

Terminó de ordenar las cosas y se quedó esperando a que su amo decidiera que estaban listos para irse.

Observo la forma en que Kudo se acomodo los cabellos sin evitar pensar que debio haberle comprado un peine al neko.

- iremos al parque, como querias respondio a la pregunta de neko con un sonrisa, luego vio la emocion con que Kudo ordenaba todo como siempre con una sonrisa en los labios, tratando de retener en su mente aquella imagen de su neko feliz en su mente para poder rememorarla cuando el neko no estuviese con el.

- creo que ya podemos irnos.-le dijo acariciando sus cabellos al ver que habia terminado de ordenar todo.

- Si!!! Vamos, vamos!.- Dijo tomando la mano de Jahi para así salir juntos.

Bajaron las escaleras del departamento que el neko saltaba de dos en dos sonriendo muy animosamente adelantándose un poco, pero se detuvo al llegar a la puerta que daba a la calle. Había desarrollado un particular temor a la calle y sobre todo a los automóviles en movimiento. Así que se quedó quieto mirándo hacia afuera mientras esperaba a que su amo llegara a su lado.

Se sorprendio cuando Kudo detuvo su marcha pero luego entendio el porque y tomo su mano como para darle fuerza al neko de salir de la casa a pesar de su miedo.

- no te pasara nada, yo no dejaria que te pasara nada- aprisiono un poco su mano como para darle fuerza a hacer aquello pero quedandose esperando a que diera aquellos pasos a la calle por si mismo sin mas apoyo de el que el calor transmitido por la mano que sujetaba la suya.

Sonrió nuevamente al sentir que su amo le tomaba la mano y suspiró hondamente mirando la calle, sus orejas estaban orientadas hacia la calle y se movían ligeramente a cada ruido proveniente de allí.

-Yo se que con usted nada malo me pasará.- Le dijo de repente apretando un poco su mano mientras comenzaba a caminar hacia la calle con decición.- Además hoy pasaremos el día juntos, que podría pasar que fuera malo?.- Le miró con su dulce sonrisa llena de alegría y amor hacia su querido amo.

- si, no dejaria que nada te pasara...- le dijo mientras la frase "espero que el que sea tu nuevo amo piense igual que yo" pero fue incapaz de gesticular aquellas palabras que estaba seguro que arruinarian la felicidad del neko.

- tienes razon nada puede pasar- contesto con una sonrisa, era un dia mas que hermoso quizas su ultimo dia juntos, esperaba que nada arruinara aquel paseo.

[cerrado]