Un agradable paseo por el parque...[con Jahi y libre^^]

Se sorprendio al ver al banquero y al chico que le acompañaba, al escucharlo Jahi dedujo que Frederich habia adivinado la condicion de Kudo pero a pesar de esto no hizo ningun gesto que reflejara molestia por aquello despues de todo, la mayoria de nekos eran esclavos y si le sumabas el hecho de haber hecho un gran retiro de dinero poco tiempo atras, deducir que Kudo era esclavo resultaba simple de deducir.

- buenas tardes señor Frederich, mucho gusto Señor Obed- saludo cortesmente tanto a banquero como a su acompañante.

- El es Kudo, mi acompañante - imito un poco al banquero pero no porque pasara por su cabeza que Obed podia ser un esclavo sino porque no le parecio correcto presentarlo como su esclavo despues de todo Kudo era mas que un simple esclavo para el.

- Kudo...el es Señor Frederich y el Señor Obed, tengo una cuenta en el banco del señor Frederich-

-Es un gusto conocerles.- Contestó con una adorable sonrisa y haciendo una reverencia de cortesía.

Pero lugo se quedó en silencio, era la primera vez que hablaba con más gente que su amo o el abuelo de la tienda donde hacía las compras y se sentía muy intímidado, sobre todo ante el señor Frederich que era mucho mñas grande que su amo.

Sintió el ocico del cachorro lamer su mano y sin mirarle el neko le acarició la cabeza casi sin darse cuenta, mientars miraba al chico que acompañaba al mayor, Obed.

Me acerco al chico para saludarlo con la mano, era bastante curioso, pero no importaba la condición, era un chico bastante lindo y se veía alegre a lado de Jahi, pero en la voz de Jahi, tenía un tinte melancólico, pero se veían bien, la suma de dinero que retiró valieron la pena, esra un buen chico, eso se podría descifrar al verle con esa carita feliz.

Hola Kudo, mucho gusto, como Jahi menciono, mi nombre es Frederich Aoe, mucho gusto pequeño.

Podia notar claramente la timidez del neko por lo cual le acaricio un poco la cabeza desacomodando un poco sus cabellos en una actitud cariñosa.

- ¿tambien estaban de paseo en este lugar como Kudo y Yo?- pregunto tratando de hacer un poco de conversación con aquellas personas aunque el no era muy dado a la conversación pero queria que el neko tomara un poco de confianza con aquellas personas.

Al ver a Frederich acercarse el neko buscó inconsientemente la mano de Jahi y la apretó, estaba nervioso y su inquieta cola lo demostraba al igual que sus orejas hechadas ligeramente hacia atrás. Miró la mano que le ofrecía y sabiendo que sería una falta de educación horrible se la estrechó firmemente.

-E...El gusto es mío, señor Aoe...- A pesar de su nerviosismo le miró a los ojos y le sonrió amablemente.

Tomo la mano del pequeño, era, pequeña claro, a un mas pequeña que la de Obed. Le suelto poco a poco la mano, por que al parecer estaba también nervioso y era natural, saludar a un perfecto desconocido era de dar miedo al principio.

Entonces el sentimiento es mutuo pequeño. Sí, a decir verdad también estamos de paseo, es nuestra primera salida al parque. No es así Obed?

Se dio cuenta de que Obed miraba fijamente su cola como hipnotizado por su movimiento, lo cual le pareció gracioso. La dejó suspendia, luego la movió hacia arriba y abajo viendo como el chico la seguía con los ojos, lo cual le hizo soltar una risita baja.

-Te gusta mi cola o tengo algo en ella?.- Le preguntó sonriendo.

No pudo evitar notar el miedo que sentia el neko y se culpo a si mismo de ello ya que sabia que esto se debia en parte a las pocas salidas que habia tenido con el y el poco contacto que habia tenido con otras personas.

- es la primera vez que salimos al parque...no soy de salir mucho pero parece que a Kudo le gusto conocer el parque...y hasta hizo un amigo- dijo refieriendose a kudo y al cachorro que estaba a su lado el cual al parecer gustaba mucho del neko.

Sonrio un poco al escuchar lo que el neko le dijo a Obed, al parecer empezaba a entrar en confianza.

-Mi cola no es curiosa.- Contestó riendo ya más relajado.- Tu me pareces curioso por mirar mi cola...acaso nunca habías visto una?.- Le preguntó curioso ante la idea, para él era normal las colas, orejas y hasta alas, ya que en Hanori había visto muchos esclavos así.

Le miró sonriendo, ese chico le caía bien aunque le encontraba algo callado.

-Sólo dos?.- Preguntó sorprendido.- Entonces es por eso que encuentras curiosa mi cola?- Ladeó un poco la cabeza lo cual le hizo parecer un niño.- Me da curiosidad el saber que es lo que encuentras curioso de mi cola...que se mueva o que sea tan peluda?.

A medida que hablaba iba aflojando su mano de la de Jahi, hasta casi estar suelta del todo. Sentía ganas de acercarse a Obed, pero la presencia de Frederich aun le daba algo de miedo. Pero al neko ya se le veía sonriendo animadamente mientras hacía preguntas al chico.

Reio al ver que Kudo ya había tomado confianza con Obed, me hacia feliz, ya que al menos ya estaba hablando mas con alguien a parte de mi. Estaba contento, al menos Obed ya no se sentiría fuera de lugar.
Tomo a Obed del hombro y lo acerco mas a kudo...

bueno... por que no se conocen un poc mejor, necesito hablar con el Joven Jahi... asuntos de negocios...

No sabia que cosa querria hablar el senor Aoe con el pero como Obed y Kudo se llevaban bien no vio nada de malo que hablaran juntos ya que al parecer se llevaban ya bastante bien.

- habla con Obed mientras yo hablo con el señor Aoe pero no hagas travesuras- bromeo un poco con el neko aunque en realidad no estaba demas en especial despues de saber de su gusto por las viudas negras.

Se alejo un poco con Frederich mientras trataba de adivinar de que queria hablare y al fin llego a la conclusion que debia ser algo relacionado con su cuenta en el banco.

Las cosas se dieron algo rapido... desde el pequeño empujando en sus hombros, hasta ver que sus amos se alejaban, dejandole algo desubicado, pero volvio la vista al neko sonriendo timidamente.
- Adultos... - murmuró como en broma viendo de reojo a los mayores irse, entonces volvio la vista a kudo, en especial a sus orejas y cola - Contestando tu pregunta... esto... por lo peludo... obvio que debe ser asi toda kawaii, creo, pero.. etto... enserio es tuya?? - preguntó suavemente con una cara de "si no me dices no me entero" y esceptisismo total... no es que creyera que fueran falsas, bueno... mas o menos, pero aun se le hacia un vago hecho que las pudiera mover con tal facilidad...

Vió algo inquieto como se alejaba su querido amo y quiso seguirle, pero Jahi le había dicho que se quedara con Obed y eso debía hacer.

Se volvió para mirar al chico y rompio a reir al escuchar sus palabras.

-Claro que son mías.- Dijo entre risas.- Es como si yo te preguntara si tus manos o tus piernas son tuyas.- Rió nuevamnete mientras se acercaba a Obed.- Mira...- Inclinó la cabeza y movió sus orejas para que el chico viera que no eran falsas.- Ves? son 100% naturales, puedes tocarlas si queres, pero ten cuidado que son muy sensibles, né?.- Le aconsejó mientras se quedaba con la cabeza inclinada hacia Obed ofreciéndole sus atreciopeladas orejas negras.

-ajajajaja...que cosquillas!.- Rió el neko ante la sensibilidad de sus orejas y las delicadas caricias de Obed.- Ves que si son de verdad? al igual que mi cola.- Dijo levantando esta hasta quedar a la altura de los ojos del chico.

La cola del neko era bastante larga, casi llegaba al suelo y por eso la llevaba ligeramente curvada hacia arriba. Y además del largo era muy esponjosa, como si fuera felpa o terciopelo, pero con el pelo largo.

-También puedes tocarla si quieres, que no te morderá.- Bromeó al recordar como la miraba minutos antes.

-Pudes preguntar lo que quieras.- Dijo mientras volvía reír ante tales preguntas.- A ver... te contesto de a una, Si maullo y ronroneo, pero no siempre...Eto, nunca he comido comida para gatos así que no sé si me agrada...y si, fui creado con orejas y cola, así que si crecieron conmigo.- Contestó pacientemente cada pregunta del curioso chico con una gran sonrisa.

-Eto....- Se quedó pensando la respuesta lugo le miró sonriendo divertido.- Te diré algo, hace un rato quedé atrapado en un árbol por perseguir a una ardilla que pasó corriendo por el sendero.- Se hechó a reir al recordarlo.- De no haber estado Jahi conmigo aun estaría allí arriba.- Señaló la cima de un alto roble.- Contesta eso a tu pregunta, joven Obed?

Le preguntó muy formal, ya que, al no conocerle no era correcto tomarse confianzas, además si era libre podía ofenderse de que un esclavo se tomara esas libertades.