Ahora somos tres

"Si le digo que prefiero quedarme aquí y morirme...se enfadará..." Pensó sin borrar la sonrisa de su rostro. Trataba de parecer un poco más animado para no incomodar a su amigo ni a su amo...y para que no le molestaran con falsas esperanzas. Siempre había sido muy bueno mintiéndo, incluso podía engañar a los sujetos de Hanori y a sus máquinas.

-Me gustaría ver los jardines...- Dijo levantándose y llendo hacia la ventana.- Desde aquí se ven hermosos...podemos hacer eso verdad?.- Aunque su voz sonaba un poco más animada, sus movimientos eran lentos y desanimados.

Se volteó con una dulce sonrisa. En verdad no quería preocupar a su amigo, además si sentía deseos de salir, quería ver como eran los jardines y que tan grande era la casa. A pesar de su estado de ánimo, su curiosidad felina era más fuerte.

-No finjo...en verdad quiero salir.- Se le acercó sentándose junto a Obed.- Aunque me siento cansado y me duele la cabeza, por eso me muevo lento...tal vez, con algo de aire fresco se me quite, né?.- En parte el neko decía la verdad, había despertado con una gran migraña.

Sonrió más aliviado al ver que Obed accedía a que salieran.

Citación :

te prestaré ropa

Se miró y recien se dió cuenta de que aun estaba con las mismas ropas de ayer. Lo pantalones cortor, su camisa blanca y su corbata negra. "Debería darme un baño...." pensó un momento.

-Eto...Obed, creo que me daré un baño antes de salir... puedo usar el cuarto de baño verdad?.- Le preguntó tímidamente.- No demoro mucho, né?

-Hai.- Asintió para meterse en el cuarto de baño.

Llenó la tina con agua templada, ya que tenía la piel muy sensible a las altas temperaturas y no le agradaba el agua helada. Una vez llena la bañera se deznudó y se volteó para mirarse en el espejo. Aun tenía unas zonas amoratadas por el accidente del mes pasado, pasó sus manos suavemente por sus costillas recordando con que cuidado y cariño su amo le había bañado, pasando sus suaves manos por su cuerpo.

Pero ahora no estaba su querido amo, estaba sólo en una casa extraña. Aunque tuviera a Obed, él era sólo su amigo y aun así jamás se sentiría en casa, ya que su hogar estaba junto a Jahi y en ningún otro lugar.

Se metió a la bañera hundiéndose hasta la nariz, sus orejas bajas rozaban el agua y su cola flotaba perezosa en la superficie, moviéndose de vez en vez de forma serpenteante. Sintió como un gran sopor lo invadía haciendo que sus ojos se cerraran a momentos.

Se había quedado dormido en la bañera, aun estaba cansado por la falta de sueño y el agua tibia le había relajado más de lo que esperaba. "no me puedo dormir....Obed me espera y tenemos que ir al jardín..." pensaba sintiéndose cada vez más cansado.

Poco a poco, y sin darse cuenta, el neko fue resbalando en la bañera y el agua que en un pricipio le llegaba a la barbilla ahora le llagaba casi a la nariz.

Escuchaba algo de ruido mientras estaba trabajando en la oficina, y decido ir a ver que es lo que estaban haciendo.
Entro a la habitación de kudo y ahí estaba Obed.

Estas espiando a caso? jejeje no lo creas, como esta Kudo? Van a salir?

Digo mientras me iba acercando a la puerta donde estaba Obed.

Se había quedado dormido en el agua y no se había percatado, la tibieza del agua se le antojó como las cálidas sábanas de su cama en las mañanas cuando él se quedana acostado mientras escuchaba la el agua de la ducha anunciando de que Jahi pronto estaría listo para desayunar.

La sensación le era tan agradable que se negaba abrir los ojos al escuchar una voz que le llamaba a lo lejos, se acomodó un poco más y al dar un suspiro en ves de aire fue agua lo que entró, haciendo que el neko chapoteara en el agua y tosiera medio sustado.

Entro al escuchar el alboroto del agua. y ahí estaba Obed abrazando a Kudo. Mostrando preocupación ya que Obed se había tardado y despues el chapoteo del agua.

Todo esta bien? Obed, esta bien Kudo?

Al sentir que lo tomabas se aferró a Obed algo asuatado mientras seguía tosiendo sin cesar. Poco a poco su respiración se fue calmando, aunque de repente era sacudido por un acceso de tos. Pero al cabo de un momento ya respiraba con normalidad.

-Gomen...no me di cuenta...- Susurró aun jadeante a causa de la tos.- Estaba tan a gusto en el agua que sólo cerré los ojos para descansar un momento...no creí que me dormiría.- Le miraba aun algo asustado con sus orejas bajas y temblando ligeramente.

Me acerco a Obed y a Kudo.

Esta bien... ya paso... ahora saquemos a kudo del agua o terminara enfermándose.

Tomo a kudo en brazos y lo pongo en la cama y lo envuelvo con la cobija que estaba ahí.

Bueno Les dejo para que pueda cambiarse kudo. Estaré de nuevo en la oficina si necesitan algo, no duden en llamarme si les hace falta algo.

Salgo de la habitación dando un suspiro de alivio. No sabría que cuentas darle a Jahi si algo le pasara a Kudo.

Al sentir que Frederich le tomaba en brazos se puso tenso y se quedó quieto hasta que le depositaron nuevamente en la cama y le taparon con una manta. Una vez que Frederich se hubo ido volvió su vista a Obed mirandole con expresión arrepentida.

-Gomen...no me di cuenta...- Volvió a disculparse temiendo que su amigo fuera a enfadarse con él.

-Gracias por la ropa...y si, aun quiero salir a fuera, no me agrada estar tanto tiempo encerrado.- Le dijo riendo con suavidad.

Se dejó secar el cabello, mientras con otra toalla comenzaba a secar minuciosamente su esponjosa cola, para después peinarla con los dedos. Era muy arduo todo el empeño que el neko entregaba al cuidado de su cola, la trataba como si fuera otra criatura independiente a él, lo cual le hacía parecer raro y curioso que un neko tratara así a su propia cola.

Una vez que el neko terminó con su cola se dispuso a vestirse con las ropas que Obed le había traído. Se vistió con rápidez cuidando de que su cola quedara bien hubicada en una de las piernas del pantalon, ya que, siempre debía hacerles un agujero para que esta pudiera quedar libre. Pero como era la ropa de su amigo no encontró bueno romperle los pantalones, así que, aprovechando que los pantalones le quedaban algo grandes la acomodó ahí.

Aunque le incomodaba el sentir su cola aprisionada en tre la tela y su pierna, no era algo que no pudiera soportar. Se puso el swetter de lana teniendo que arremangarse los puños de este para que sus manos quedaran afuera.

-Ya estoy.- Le sonrió mientras se pasaba las manos por sus desordenados cabellos y movía las orejas en un rápido Tic, para acomodarlas.

El hecho que la ropa le quedara ligeramente grande daba la impresión de que era más pequeño e inocente de lo que, en verdad, era.